El Mini John Cooper Works GP, en su anterior generación, ha sido un coche que además de destacar por su exclusividad, también lo ha hecho por sus prestaciones y su enfoque altamente racing, algo que cada vez se está dejando más de lado en las nuevas generaciones de coches racing que van saliendo. Un coche pensado para quemados que vayan a ir a tandas de circuito donde poder sacarle toda la chicha.
Actualmente, Mini se encuentra preparando la presentación del nuevo John Cooper Works GP, que estará presente a finales de mes en la próxima edición del Salón de París. El patrón a seguir será el mismo que en su antecesor: hacer un coche radical con una producción limitada a 2.000 unidades.
Está dotado del propulsor 1.6 Turbo de inyección directa con una potencia de 218 CV con 260 Nm de par (pudiendo alcanzar los 280 Nm de par durante unos segundos con la función overboost). Con el citado propulsor, tan sólo necesita 6,3 segundos para alcanzar los 100 Km/h desde parado y alcanza una velocidad máxima de 242 km/h. Su consumo se sitúa en los 7,1l/100 km con unas emisiones de 165 g/km.
Como es natural, el sistema de frenos también ha sido revisado para la ocasión, contando con un equipo más potente compuesto de discos de 330 milímetros con un espesor de 25mm y pinzas de seis pistones en el eje delantero y atrás unos discos de 280 milímetros. Teniendo en cuenta que el conjunto sólo pesa 1.160 kg, con semejante equipo de frenado no le costará mucho detener al vehículo. Están embutidos dentro de unas llantas de aleación de 17 pulgadas con neumáticos 215/40 R17 (destacar que en opción pueden solicitarse unas 205/45 R17 que supondrán una ligera mejora en prestaciones pero también una pequeña merma en estabilidad).
En su habitáculo, se respira un ambiente bastante racing, gracias a los dos asientos firmados por Recaro, la supresión de las plazas posteriores para instalar en su lugar una barra de torretas para dotarle de mayor rigidez al eje posterior. La decoración también se ve alterada, combinando el color rojo y gris titanio.
A nivel de chasis, también se introducen unos nuevos amortiguadores regulables en altura, que permiten ajustar la altura del suelo de la carrocería 20 milímetros, y además en el caso del tren delantero van montados en posición invertida. Autoblocante mecánico como tal no lleva, pero sí lleva un control de estabilidad con un modo denominado GP, especialmente pensado para su uso en circuito, puesto que desactiva todas las ayudas de conducción típicas y que no actúa sobre la inyección del coche, únicamente sobre el equipo de frenado, simulando así a un diferencial autoblocante.
Mini John Cooper Works GP