Y es algo que no debería extrañar. Por ahorro de costes en el desarrollo, Mini prefirió dejar la tercera puerta del Clubman, llamada Clubdoor, que se abriese de forma inversa a la calle, en vez de dejarla igual que el resto. ¿Por qué? El presupuesto es algo con lo que no se debe jugar, pero… ¿merece la pena arriesgarse a perder clientes potenciales por ello?
Precisamente es esto lo que ha reseñado Mini, que pueden estar ante una pérdida potencial de clientes, pero es algo que se puede subsanar al pensar que a otros les gustará, o eso creen… De todas formas las ventas del Mini Clubman esperan que para la firma inglesa represente más del 25% de las ventas totales en apenas dos años, así que ya tiene que empezar a vender unidades.
Vía: Autocar
