Si sueles estar en la cresta de la ola de las novedades del mundo del motor, es posible que el nombre de David Brown te suene muy vagamente. En caso de que no, te vamos a contar quién es. Se trata de un empresario británico orgulloso del automovilismo patrio que tiempo atrás ya lanzó el Speedback GT, un modelo derivado del Jaguar XKR que apostaba por una estética retro pero con toda la tecnología y equipamiento de un vehículo moderno, aunque a un precio considerablemente elevado (580.000 euros)
En este caso, la fórmula es parecida aunque inversa. El protagonista es el MINI clásico y bajo el nombre de MINI Remastered, sobre la base del clásico británico diseñado por Sir Alec Issigonis en el que si bien no realizan grandes cambios a su estética, sí que le realizan una profunda renovación en muchos aspectos para acercarlo a un vehículo actual sin perder la esencia del modelo original. Y tan sólo se fabricarán 100 unidades, a un precio, eso sí, de 60.000 euros.
Eso sí, el trabajo que lleva por debajo es titánico y las horas que asegura David Brown que lleva cada unidad dan buena fe de ello: nada menos que 1.000 horas. Ahora bien, ¿en qué están invertidas exactamente? Para empezar, y aún pese a comercializarse carrocerías nuevas, se parten de un MINI usado que recibe una profunda restauración, en la cual se sanea por completo le chasis para eliminar el óxido y se añaden nuevas soldaduras, además de otros refuerzos enfocados a mejorar su rigidez con nuevos travesaños. También se incrementa el material insonorizante para mejorar de esta forma el aislamiento del habitáculo y los paneles son de nueva factura. No faltan tampoco las características llantas de aleación Minilite de 12 pulgadas.
Se apuesta también por una calandra delantera realizada en aluminio y unas ópticas traseras con tecnología LED. Donde vemos el cambio más profundo es en su habitáculo, donde el elemento más rompedor es la incorporación de un sistema de infoentretenimiento con navegador compatible con Apple CarPlay y Android Auto formado por cuatro altavoces y puertos USB. Las salidas de aire circulares o el botón de arranque son también elementos que suponen una ruptura frente al modelo clásico. El refinamiento se nutre de un volante en aluminio y madera, posavasos en la consola central o interruptores realizados en aluminio.
El motor parte del clásico motor de cuatro cilindros de 1.275 cc que originariamente entrega 63 CV y que aseguran haber aumentado su potencia en un 50%, manteniendo la caja de cuatro velocidades (aunque modificada), así como frenos con pinzas de cuatro pistones y suspensión actualizada, logrando de esta forma una mejora tácita en su comportamiento en carretera.
Este es si es auténtico, no lo que vende BMW, que en vez de Mini de deberían llamar MAXI, en honor a otro modelo exitoso de la marca