Quizá no recuerdes al Mitsusbishi Eclipse por un brillante comportamiento dinámico, pero sí por otras muchas virtudes: las posibilidades de potenciación que nos ofrecía su bloque 4G63, la variante GSX o que también, la segunda generación fuera uno de los Coupés más bonitos de la década de los ’90 (además de ser protagonista de una de las entregas de A Todo Gas). Además, fue un modelo que contó con un éxito considerable en sus tres generaciones, en las que despachó nada menos que 1.400.000 unidades entre los años 1989 y 2012 que estuvo comercializándose.
Con todo este cóctel descrito, es evidente que a día de hoy, para cualquier aficionado que escuche de su hipotético regreso al mercado, le haga relamerse pensando en un Coupé llamativo y con variante de altas prestaciones. Aunque en el enclave en el que se encuentra la marca matando cualquier atisbo de modelo prestacional de su gama resulte difícil de imaginar, ya que recordemos, con el traslado lento al cementario del Lancer Evolution, no había ningún deportivo en el horizonte.
Y sí, Mitsubishi traerá de vuelta el nombre de Eclipse, pero tal y como apuntaban algunos rumores en Enero con el teaser que vimos, el encargado de adoptarlo será un Crossover que se presentará en el Salón de Ginebra en el mes de Marzo como un rival para modelos como el Toyota C-HR. El nombre será adoptado tanto en los Estados unidos como en Europa.
Los tiempos cambian, y algunos fabricantes como Mitsubishi no dudan en apoyarse en el rescate de nombres de modelos que nada tienen que ver para seguir reforzando su gama actual con una estrategia comercial que dista mucho de la que seguían hace no muchos años. Desde luego, no es algo que vaya a gustar a los fanáticos del modelo, pero… el mercado manda.