La cuarta generación del mítico roadster nipón (Mazda MX-5) ha logrado conquistar a un sector muy amplio de la población gracias a un diseño que ha marcado claras distancias con las últimas líneas de diseño empleadas en sus últimas generaciones.
Este atractivo se suma a un gran atractivo que lo desmarca claramente de los pocos roadsters que podemos encontrar hoy en día nuevos en el mercado: su bajo precio, peso contenido, diversión al volante y dan como resultado una combinación más interesante que nunca. Cierto es que al menos, en su gama actual de motores, continuamos echando en falta una variante de altas prestaciones, situada en torno a los 200 CV o más.
Pero no nos engañemos, hoy en día la eficiencia y bajo consumo vende, aunque se trate de un coche pensado para divertirse como es el caso que nos ocupa. Pues bien, una de las bazas del nuevo MX-5 que acaba de ser desvelada es la mejora drástica en su eficiencia, ya que ahora consume un 25% menos respecto a la anterior generación en el caso de que optemos por el propulsor 2.0 SkyActiv-G con cambio manual frente al propulsor equivalente. Eso sí, la homologación es bajo el paraguas de la EPA, y la cifra que arroja es 7,84l/100 km, una cifra que distará de la homologación que veamos en Europa, mucho menos fiel a la realidad.
Recordemos además que Mazda ha hecho una dieta en este salto generacional, que en el caso del 2.0 SkyActiv-G con cambio manual se cifra en nada menos que 68 kg, todo pese a las nuevas posibilidades que ofrece en materia de equipamiento.