Los chinos continúan expandiendo sus tentáculos entre la industria automovilística europea. Si ya en su día la compañía china NEVS se hizo con la propiedad de Saab, ahora han salido nuevamente de compras al mercado, en este caso para hacerse con un 20% de participaciones del fabricante de superdeportivos Koenigsegg.
Esta participación minoritaria ha tenido lugar tras la inyección de capital de 150 millones de euros y además, derivará en la creación de una ‘joint venture’ de la que se formará una empresa que expandirá la marca a nuevos segmentos de mayor tirada y con un mayor foco en la electrificación y para la cual, NEVS ha aportado 150 millones de dólares y contará con una participación del 65% y por su parte, Koenigsegg contará con el 35% restante, aportando fundamentalmente el licenciamiento de tecnologías y temas relacionados con el diseño de productos y propiedad intelectual.
También, gracias a esta asociación, Koenigsegg podrá hacer uso de las instalaciones que antiguamente Saab tenía en Trolhättan, ya que tras la pérdida de derechos para usar el nombre de Saab, se llevaron a China gran parte de las maquinarias que permitiesen producir allí un vehículo eléctrico basado en el Saab 9-3. También podrán hacer uso de los canales ya de distribución ya desarrollados por NEVS (de la que es ahora propietaria Evergrande) para así comercializar sus vehículos en China, así como nutrirse de la tecnología híbrida y eléctrica para poder aplicarla en sus futuros superdeportivos.
Debido precisamente a la imposibilidad de emplear el nombre de Saab, sería difícil una resurrección de la misma en estas condiciones con un enfoque diferente del que nos dejó tras su bancarrota. Así que parece que en este caso de cara a la galería los cambios más notables deberíamos verlos plasmados sobre Koenigsegg, apostando por la electrificación (aunque esto es un término muy ambiguo, ya que puede tratarse de un modelo híbrido o 100% eléctrico) y además, expandiendo su gama de modelos.