Ya en el Salón del Automóvil de Tokyo en 2013, Nissan nos presentó el Bladeglider, un prototipo que ha resucitado y evolucionado debidamente con motivo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, puesto que se han destinado dos unidades allí: una para poder ver de forma estática y otra dedicada al transporte de los medios de comunicación. Carlos Ghosn, CEO de Nissan, afirma que los amantes de los coches deben mirar al futuro con coches sin emisiones contaminantes, y el BladeGlider sintetiza adecuadamente esta máxima.
Mide 4,3 metros de longitud y cuenta con un peso de 1.300 kilogramos, un peso que a priori puede parecer algo elevado, pero hay que tener en cuenta que su motor es únicamente eléctrico y cuenta con el equivalente a 268 CV (220 kwh, es decir, dos motores de 130 kW cada uno instalado en una rueda trasera) y un par motor máximo de 707 Nm, dotándole de prestaciones de deportivo al necesitar únicamente 5 segundos para alcanzar los 100 km/h, logrando una velocidad máxima de 190 km/h. El motor está desarrollado por Williams Advanced Engineering.
Además, en esta evolución, se han aprovechado para introducir los modos de conducción, que constan de tres ajustes: off (desactivado), agile y el drift mode, este último popularizado por el Ford Focus RS. ¿Será un guiño a una característica que podamos ver próximamente en algún modelo de producción?
El habitáculo cuenta con una capacidad para tres ocupantes con arneses de cuatro puntos y asientos deportivos cada uno de ellos, y lo más curioso es que el conductor va sentado en el centro, permitiendo que de esta forma los ocupantes traseros puedan estirar mejor las piernas y no resultando tan claustrofóbico. Su salpicadero está provisto de varias cámaras para mostrar las imágenes de las cámaras traseras al carecer de retrovisores exteriores con el fin de mejorar su aerodinámico, mientras que en el volante encontramos más pantallas adicionales que muestran el estado de carga de la batería, el modo de regeneración, el mapa de par o incluso la velocidad actual.
No es en cualquier caso novedoso el concepto de un deportivo completamente eléctrico, algo que ya supo explotar Tesla hace 8 años con el Roadster, pero en este caso, por su configuración y peculiaridades, sí que resulta mucho más rompedor, aunque obviamente no lo veremos en esta guisa en producción.