La gran novedad de Nissan para el Salón de Nueva York es uno de sus modelos más tecnológicos de la gama y a su vez el más deportivo desde el año 2017, el GT-R, que en este Model Year hace gala de numerosas modificaciones, tanto en el apartado estético como en su interior. Aunque no se escapa de los cambios mecánicos, que seguramente, lleguen más allá de los que han sido anunciados.
Su baza estética más representativa en esta actualización es sin lugar a dudas su frontal, que además de estrenar la parrilla «V-Motion» con acabado cromado mate, también goza de un mayor tamaño para permitir que de esta forma el motor y sus componentes asociados puedan refrigerar mejor. Pero no es el único cambio visible en su frontal, el labio inferior del paragolpes también es de nueva referencia, además del paragolpes, que ahora presenta unas formas más prominentes y aprovecha para rediseñar sus luces LED diurnas. El capó se ha sometido también a un ligero rediseño, enfatizando también un aspecto más deportivo.
Pero su vista de perfil también nos muestra nuevos faldones laterales, mientras que su zaga presenta una reinterpretación con una defensa nueva, además de un difusor rediseñado y todo ello con un objetivo tanto estético como aerodinámico, de cara a mejorar su estabilidad a altas velocidades y su eficiencia con la resistencia opuesta al aire. No te habrán pasado desapercibidas tampoco las llantas, que son de nueva referencia con diseño de radios en Y y 20 pulgadas de aluminio forjado.
¿Aburrido de la paleta de colores ofertada hasta la fecha? No te preocupes, ahora ha sido actualizada con un color que o odias o te enamora: el «Naranja Katsura», además de nuevas tonalidades para las tapicerías interiores.
La joya de la ingeniería encargada de mover al conjunto, el V6 biturbo de 3.8 litros pasa a contar ahora con 570 CV (sumando 20 CV adicionales), gracias al empleo de turbocompresores de nueva referencia, aunque como comentamos, no descartamos que haya más cambios de referencias en otros componentes auxiliares, aunque eso sí, manteniendo su caja de cambios de doble embrague y seis velocidades con la tracción integral a las cuatro ruedas.
Nissan asegura un mejor comportamiento debido a que ha introducido una suspensión de nueva referencia, además de una mayor rigidez en el chasis (aunque no han especificado cómo han logrado dicho aumento en la rigidez estructural).
Finalmente, su interior, como comentábamos, recibe cambios profundos. Para empezar, la consola central, además de recibir un sistema de infoentretenimiento de nueva generación, también se ha simplificado la botonería, pasando de 27 botones a un total de 11 y cobrando mayor tamaño la pantalla hasta las 8 pulgadas gracias a que prescinde de las salidas de aire centrales. Las levas de cambio del volante se han recolocado, permitiendo que de esta forma el conductor pueda realizar un cambio de marcha en un giro sin tener que retirar las manos del volante.
La sensación de calidad aparente ha ido en aumento al recibir nuevos revestimientos, en los que además, hay disponibles nuevos colores como el marrón que podemos ver en las imágenes. Una sensación de calidad mucho más acorde a la de un coche de su precio.