Seguramente, más de una vez hayas ido circulando por la ciudad y mirando a tu alrededor en el interior de algún coche hayas pillado a alguien haciendo uso del móvil en sus manos mientras conducía. Generalmente, donde más repetirse es en los semáforos, donde muchos aprovechan para ver el móvil e interactuar con él, algo que está tipificado como una infracción. Hasta el punto de que no son pocas las ocasiones en los que los primeros coches de los semáforos están pendientes del móvil y tras ponerse en verde, no se percatan de ese cambio del semáforo hasta que los conductores que hay detrás les alertan con el claxon.
Y aunque pueda parecernos algo aparentemente inofensivo, lo cierto es que las distracciones no dejan de ser una de las principales causas de accidentes, y dentro de estas, el móvil es el principal protagonista, un dispositivo que cada vez gana más adeptos en lo que respecta a la adicción y dependencia que tenemos con él.
Nissan es consciente de dicho problema y por ellos encuentra desarrollando una solución -un tanto tosca- a dicho problema. ¿En qué consiste? Básicamente, una «Jaula de Faraday» ubicada en el reposabrazos, donde una vez insertado el móvil, éste no tendrá ningún tipo de cobertura, es decir, ni Bluetooth, ni 4G, ni móvil. Algo que puede resultar un incordio para aquellos que reproducen música a través de su móvil por Bluetooth A2DP ya que esto anula su función. Y, por supuesto, tampoco podremos hablar a través del manos libres.
El objetivo, por supuesto, es evitar que el usuario pueda distraerse con las habituales notificaciones de llamadas entrantes, mensajes y redes sociales. La tecnología -todavía en prototipo- se ha bautizado como Signal Shield. La pregunta que nos hacemos es… en caso de llevarse a producción, ¿realmente será un elemento que acabará siendo usado por esos adictos al móvil? o… ¿en su lugar quedará como una anécdota más dentro de la lista de equipamiento que lleva el coche?