Tras abandonar el mercado en el año 2006, los fanáticos de Honda se quedaron sin uno de los unicornios de la gama: el S2000, ese roadster biplaza capaz de subir más de 8.000 vueltas gracias a su motor F20C. Por aquel entonces, y tras su jubilación, si querías un Honda deportivo en Europa tu única opción era el Civic Type R, hasta que finalmente, también desapareció y el único modelo con un atisbo de deportividad que encontrábamos era el CRZ.
Para esta década, Honda parece querer al menos tener una gama de modelos deportivos similar a la que tenía la pasada década. Con el desarrollo del Acura/Honda NSX en curso (aunque con algún tropiezo por el camino), el Civic Type R previsto para el próximo año, ya sólo faltaba uno: el S2000.
Pues bien, parece ser que Honda habría dado luz verde a un sucesor del S2000. No será exactamente tal y como lo conocíamos, ya que aunque mantendrá la propulsión trasera, el motor irá ahora montado en posición central trasera. Recordemos que el S2000 que se comercializaba ya de por sí tenía una configuración muy peculiar, puesto que su motor estaba montado en posición central delantera, y resulta muy curioso ver su vano motor abierto por el enorme espacio disponible.
Montará una mecánica híbrida
Según apuntan desde Motoring.com.au, emplearía el propulsor de 2 litros y cuatro cilindros sobrealimentado del nuevo Type R acoplado a un motor eléctrico, cuya potencia conjunta en torno a los 370 CV y comandado por una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades. Una configuración híbrida, como por la que se ha apostado también en el NSX. Y aunque a priori podamos pensar que el peso del conjunto aumentaría considerablemente por la inclusión del sistema híbrido (recordemos que en la primera generación se situaba en torno a los 1250 kg), gracias al uso materiales y fibra como aluminio y fibra de carbono también empleados en el NSX, su peso total se situaría en torno a los 1.300 kg, algo que le haría contar con una excelente relación peso/potencia.
Su llegada al mercado debería ser efectiva en el año 2017, mientras que su producción, tal y como ocurrirá con el NSX, se realizará en la planta de Honda en Ohio (Estados Unidos).