Sencillamente, desde Münich llega el nuevo y todopoderoso BMW Serie 7, la nueva y última generación -hasta ahora- del buque insignia más grande de la marca alemana, y que no sólo representa la cúspide tecnológica del modelo, sino todos los apartados que los bávaros pueden ofrecer llevados al máximo. Diseño, potencia, tecnología, imagen… es mucho, muchísimo más.
Han tratado cada detalle como si fuese un apartado único, y es que cuando se llega a un nivel tan alto, mejorarlo se hace prácticamente imposible. El apartado estético ha sido el que más repercusión ha tenido desde que Chris Bangle presentase la nueva generación allá en el 2002, poniendo punto y final a un E38 que para muchos hasta hoy era el auténtico, el único. ¿Hasta hoy? Viendo la nueva generación, quizás sea así, o… quizás no.
La cuestión es que esta nueva generación viene a ser estéticamente un gran lavado de cara del E66, quizás lo que el E65 tuvo que ser en su día. Nos encontramos unos faros delanteros y traseros muy en la nueva línea bávara, y unos riñones frontales que no habíamos visto hasta ahora. Más estrechos y más altos, en general… más brutos. Olvídate de aquellos riñones estilizados, rectangulares y pequeños del E38. Las cosas han cambiado, y hoy BMW ha dado el campanazo final.
Si hablamos de motores, nos encontramos con que, por ahora, habrá tres mecánicas diferentes, sólo una diésel. Concretamente, en el apartado gasolina veremos un modesto 740i que dejando confusiones a un lado, llevará un 6 en línea de 326 caballos. Su hermano mayor, por su parte, presentará el mismo V8 biturbo que porta el ya en el mercado X6. Si nos vamos al apartado diésel, encontramos un modesto -sólo aparentemente- 730i que también lleva un 6 en línea y 245 caballos, junto a unas prestaciones muy similares a las del 740d E38, del que también comparte la misma potencia, aunque sin usar un bloque en V.
Sin entrar en muchos detalles tecnológicos, los detalles más interesantes es que contará con acceso a Internet y una pantalla de más de 10 pulgada. La variante limusina añadirá más de 14 centímetros de longitud al modelo, y permitirá añadir un techo panorámico más amplio que el estándar y por ende, mucho más lujoso.
Podrá equiparse con tracción integral, y cómo no, tiene todo lo demás que necesita una buena berlina insignia con porte e imagen para estar, como mínimo, a la altura del resto.
Vía: BMW
