Llevamos ya unos días de trasiego constante de filtraciones, rumores e informaciones acerca de la nueva generación del Ford Mustang, que como sabes, resulta especialmente llamativa por introducirse de manera oficial en el mercado europeo, siendo el primer Mustang que apuesta por dicha estrategia desde que se comercializa desded hace casi 50 años.
Un enfoque mucho más ‘europeo’
A nivel estético, podemos ver cómo han sabido reinterpretar muy bien la evolución clásica del modelo, evocando al peculiar morro de tiburón tan emblemático en el Mustang. Tampoco renuncia a un techo más bajito y a un perfil muy atractivo gracias a la considerable inclinación con la que cuentan las lunas delantera y posterior. Las aletas traseras, tal y como podemos apreciar, presentan un gran ancho que se traduce en una musculatura del conjunto fuera de toda duda. Los pilotos traseros de tipo LED en relieve nos recuerdan también a los Mustang más clásicos, y el hecho de que la caída de su zaga esté bien proporcionada dentro del paragolpes, es lo que también ayuda a la vista de perfil del coche.
Mecánicamente, en Europa tendremos dos motores, radicalmente opuestos pero uno de ellos muy adaptado a las exigencias europeas. Concretamente, se trata de los V8 de 5 litros y 426 CV y 529 Nm de par, mientras, que en el lado opuesto, tenemos el EcoBoost de 2.3 litros y 4 cilindros equipado con inyección directa y sobrealimentado, del que estiman, homologará una potencia de 309 CV y un par de 407 Nm, que estará disponible también con un cambio automático de convertidor de par con levas en el volante. Destacar, además, que el Mustang GT (V8) equipado con cambio manual podrá equipar launch control, facilitando unas salidas más rápidas desde parado.
Destacar, además de que Ford hace mención en la nota de prensa a que ambos propulsores equiparán llantas de 19 pulgadas en su dotación de serie, así como un sistema de frenos de alto rendimiento (¿?), sin especificar cuántos pistones tendrán las pinzas delanteras de cada propulsor. Es de esperar que no compartan equipo de frenos dada la notable diferencia de potencia entre ambos.
Otro aspecto donde podemos notar claramente una clara introducción del gusto europeo, es con el cambio en el esquema de suspensiones, que ahora, en ambos ejes son independientes, mientras que en anteriores generaciones, el eje rígido posterior era una característica del mismo, que tan poco gustaba por aquí. En el eje delantero, equipa ahora un MacPherson delantero de doble rótula, mientras que la trasera es integral-link de paralelogramo deformable.
Es evidente que otro de los puntos donde más adolecían hasta hace bien poco los americanos, y que en cierto modo, se están europeizando en ese aspecto, son los acabados interiores. Ford, consciente del desembarco del modelo en Europa, ha puesto especial atención en su interior, dando como resultado una vistosidad del mismo bastante aceptable, gracias a que por ejemplo, algunos elementos como la consola central están parcialmente tapizados.
No falta una dotación acorde, con el sistema Ford SYNC, además de una pantalla de 8 pulgadas táctil como parte de su dotación de serie asociada a un sistema de sonido formado por 12 altavoces.
Finalmente, su precio, sin embargo, sigue siendo una incógnita en nuestro país. Tomando como referencia alguno de sus rivales más directos, lo más probable es que nos encontremos un precio partida en torno a los 40.000 euros, pero tocará esperar a una pronunciación oficial de Ford en este aspecto para estar completamente seguros.
Ford Mustang 2014