El Nissan GT-R tal y como lo conocemos lleva a la venta casi once años. Se dice pronto, pero lo cierto es que el coupé deportivo japonés por excelencia ha aguantado más de una década completa en el mercado y la sensación que da al mundo es que podría durar muchos año más. Sin embargo, desde Nissan apuntan ya a un sustituto directo del mismo, que en esta ocasión podría marcar un antes y un después del mismo calibre que llevó a cabo el GT-R respecto a los Skyline GT-R.
Es interesante recalcar que Nissan acabó concibiendo el GT-R como un superdeportivo de muy altos vuelos, que con el paso de los años ha conseguido competir con las más altas esferas en el mercado a nivel global, y constituirse como una pesadilla para rivales directos que tuvo al poco de su lanzamiento, como el Porsche 911 Turbo S. Ahora, con los rivales creciendo y ganando ventaja, en Nissan quieren que el GT-R continúe la estela. Y esto será lo que veremos en muy poco.
La marca nipona ya está desarrollando el nuevo GT-R, que poco tendrá que ver en cuestión de diseño con la actual imagen del deportivo nipón. Contará con un aspecto diferente que podría tener un toque de mayor inspiración respecto al Skyline R34 GT-R. La idea es que se conciba como uno de los deportivos más rápidos del mercado, ofreciendo una gama de motorizaciones que cuente con un único motor, desglosado en, al menos, dos versiones diferentes. De esta manera, competir con el 911 Turbo S de Porsche, y en el otro extremo, con otros como el 911 GT2 RS de la marca alemana, o con el McLaren 720S, será objetivo prioritario.
Visto de esta manera, el Nissan GT-R que veremos debutar en menos de año y medio podría quedarse con el testigo del coupé japonés más rápido y potente jamás fabricado. Por encima de las aspiraciones del Toyota Supra.