El Audi SQ5 llega en guisa de nueva generación para marcar no solo la continuidad del modelo de altas prestaciones del Q5, sino también para mejorar todo lo conocido hasta la fecha y poner sobre la mesa una versión vital en la gama turbodiésel de Audi. Y es que el nuevo SQ5 mejora en todos los aspectos el modelo que sustituye, y llega con más de todo, directamente.
Bajo el capó, el Audi SQ5 incorpora una versión mejorada del 3.0 litros turbodiésel V6 que en conjunto con un sistema de propulsión mild hybrid, que incluye un sistema eléctrico principal de 48 voltios, desarrolla 347 caballos distribuidos en ambos ejes gracias a la tracción total quattro. Es una mejora muy significativa respecto a la cifra de 313 cv del SQ5 anterior, la cual es más interesante aún si recalcamos la reducción de peso del chasis y mejora en la robustez y rigidez de la misma.
Yendo más allá, el nuevo Audi SQ5 aporta un par máximo de 700 nm, superior al de muchos deportivos de alta categoría, lo que da buena cuenta también de la capacidad del bloque motor TDI y el buen jugo que se le puede sacar con el sistema híbrido MHEV, que además, permite una reducción del lag (retardo) del turbo prácticamente completa, gracias al uso de un compresor eléctrico que ya hemos visto en otros modelos de Audi.
Mirando hacia adelante, y con las primeras unidades del crossover de altas prestaciones llegando al mercado en los próximos meses, no será el último «SQ» de Audi este año: también veremos el SQ8 muy pronto.