Posiblemente uno de los coches más esperados de los últimos tiempos, del que llevamos ¡años! hablando de él, esperando ansioso nuevos datos y durante estos últimos meses su presentación con toda la información y fotos oficiales que nos aliviaran de una vez por todas la sed de que Toyota vuelva a tener deportivos de la vieja escuela. Finalmente lo ha bautizado en Europa como Toyota GT 86, mientras que en Japón se llamará 86 a secas.
¿Y por qué me refiero a que es un coche de la vieja escuela? Muy sencillo. Para empezar, es un coche que la propia Toyota ya lo ha concebido desde su desarrollo como coche para disfrutar y para ir de lado, algo que pudimos comprobar en los catálogos, donde por ejemplo figuraba que en la parte trasera podíamos cargar hasta 4 ruedas con sus respectivas llantas para cuando nos fuéramos al circuito. Pero eso no es todo: uno de los grandes males de los coches y la electrónica actual es el peso desorbitado que tienen. Por otra parte, a mí me pica la curiosidad por saber qué tipo de freno de mano emplea (algo muy importante si vamos a hacer drift): si un freno de mano en el que se empleen zapatas para el freno de mano y el freno de pie vaya por disco o vayan ambos por disco. Si vamos a hacer drift, es mucha mejor opción la combinación de disco + zapatas, ya que no nos quedaremos sin freno de mano tras unas cuantas tiradas y además blocará mucho mejor a la hora de tirar.
Esto, con el Toyota GT 86 es completamente diferente, y es todo un logro. Me explico, Toyota ha declarado un peso para el vehículo de 1.180 kg, algo impresionante si tenemos en cuenta que estamos hablando de un Coupé 2+2 de tracción posterior del año 2011 que mide 4,24 metros de longitud y 1,29 metros de alto con una distancia entre ejes de 2,57 metros. Y más, si tenemos en cuenta que los coches más similares y mucho más viejos (recordemos que antes el problema del sobrepeso era casi inexistente), como por ejemplo los Silvia S13/S14/S15, tenían un peso en torno a los 1200-1350 kg, teniendo una seguridad activa y pasiva mucho inferior por la diferencia de tiempo, y además también teniendo un equipamiento mucho inferior por el mismo motivo.
Por su parte, el motor empleado es un bóxer de 2 litros y 200 caballos a 7.000 rpm, 204,5 Nm de par a 6.000 vueltas, realizando el 0-100 en torno a los 7 segundos y acoplado a un cambio manual de 6 velocidades, pudiendo estar en opción acoplado a uno automático con levas en el volante. Su comportamiento y prestaciones no se van a ver especialmente penalizados por la estética, ya que Toyota ha optado por equipar de serie al modelo con llantas de 17 pulgadas, con suspensión McPherson delante, y multibrazo detrás. El reparto de pesos también es algo en lo que se ha trabajado, logrando casi un reparto perfecto: 53/47 delante/detrás. Esto es algo que repercute especialmente a la hora de realizar conducción deportiva.
Sin más dilación, te dejamos con las imágenes.
Toyota GT 86