Opel ha presentado la segunda generación del Mokka, y una de las grandes novedades de este relevo generacional es precisamente la introducción por primera vez en la gama de una variante 100 % eléctrica y que cuenta con muchísimas cosas en común con los Peugeot e-208, e-2008 así como Corsa-e. Además, esta versión eléctrica es la punta de lanza del modelo, puesto que el resto de la gama con motores térmicos llegará algo después.
Es por ello que nos encontramos el mismo motor eléctrico ya conocido de 136 CV (100 kW) y 260 Nm de par junto con unas baterías de 50 kWh de capacidad con refrigeración líquida y celdas CATL. Ofrecerá una autonomía bajo el ciclo de homologación WLTP de 322 kilómetros con una velocidad máxima limitada de 150 km/h.
Puede cargarse con conexiones trifásica, monofásica además de un sistema de carga rápida de 100 kWh que permite cargar el 80% de su batería en tan sólo media hora.
Está construido sobre la plataforma CMP del grupo, que además de ganar un 30% de rigidez torsional frente al modelo saliente y ser hasta 120 kilogramos más ligero, también permite la introducción de mecánicas electrificadas.
En materia de equipamiento, el Mokka-e podrá contar con control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales de tráfico, cámara trasera de 180 grados, asientos ergonómicos de seis posiciones con tapicería en cuero o Alcantara, cargador inalámbrico para smartphones, asiento del conductor con calefacción y masaje, entre otros.
Su precio por el momento no se ha revelado y sus ventas arrancarán a finales de verano, no llegando las primeras unidades a los concesionarios hasta el arranque del próximo año 2021.