Como bien sabes, a finales del año 2015, Chevrolet recogerá sus bártulos de territorio europeo para abandonarlo. Y debido a esto, los clientes de la firma que vayan a renovar su coche en el futuro tendrán que optar por otra alternativa fuera de la marca. Es por ello, que ahí surge una oportunidad de negocio para el resto de marcas que cuentan con un target similar de clientes al que tenía Chevrolet y es donde Opel quiere aprovechar la ocasión aprovechando su pertenencia al mismo grupo automovilístico.
Debido a la dura crisis que ha sufrido toda Europa a lo largo de estos últimos años (especialmente, en los castigados países del sur), el auge de marcas como Dacia y en menor medida Skoda ha sido imparable, ya que han sabido atraer a toda una masa de clientes que debido al clima económico que vivimos, han cambiado sus necesidades a la hora de optar por un vehículo para su uso privado, priorizando ante todo la economía.
De forma simultánea, Opel Group es quien ahora asume la gestión de los negocios de General Motors en Europa, incluyendo Opel/Vauxhall, además de las operaciones de GM en Europa incluyendo a Rusia, y que estará ubicada en Rüsselheim, siendo muy similar en funcionamiento a Adam Opel AG. Y parte de esta reestructuración, está pensada para aumentar la eficacia de la implantación del plan de negocio «Drive! 2022», en el que para dicho año, esperan contar con un 8% de cuota de mercado en Europa, además de aumentar un 5% el margen de beneficio de sus coches.
Es por ello, que aprovechando esta reestructuración, se están planteando la incorporación a la gama de modelos de acceso low-cost con los que entre otras cosas, poder recuperar a algunos clientes de Chevrolet. Uno de las hipótesis que se manejan, es la de comercializar la siguiente generación del Chevrolet Spark bajo la marca Opel (y que sería bastante factible que fuera un simple rebranding, dado que para entonces Chevrolet ya no existirá en Europa). Modelos que en términos generales, dentro de la gama de Opel, no puedan suponer una canibalización de ventas a los ya existentes, y a la firma de Rüsselheim pueda servirle para continuar aumentando su trozo de pastel en forma de cuota de mercado.
Pues no se entiende nada….
dejaron de vender Chevrolet en Europa porque les hacían competencia y ahora quieren una marca low-cost.
¿Es que no se han dado cuenta que esos posiles clientes del Chevy se han ido a otras marcas y no precisamente a Opel?