El Skoda Superb sigue siendo uno de los modelos más interesantes ya no sólo dentro de la marca, sino incluso dentro del Grupo VW por su relación calidad/precio. Y pese a que haya sido relevado por una cuarta generación, desde la división inglesa de Skoda, han encargado un one-off hecho a mano para celebrar el éxito de la tercera generación, de la que se han vendido 860.000 unidades.
Para ello, se han aliado con RE Performance para dar a luz a este Superb familiar que cuenta con importantes mejoras en su chasis y motor. Este último es el 2.0 TSI que pasa de los 280 CV, 400 Nm de par y tracción 4×4 que brinda de serie a 477 CV y 661 Nm de par.
Para lograr este aumento de potencia, se ha instalado un turbo Garrett PowerMax Turbo, mejoras en el sistema de suministro de combustible, un intercooler de mayor capacidad así como una downpipe específica. La caja de cambios continúa siendo la misma DSG de doble embrague y siete velocidades.
Además, también se han instalado una suspensión roscada, reducido su altura en 50 mm además de mejorado su sistema de frenado con unos frenos AP Racing con discos rayados con pinzas de seis pistones para lograr detener con efectividad a los casi 500 CV. Las llantas son también nuevas, en 19 pulgadas con neumáticos Yokohama 235/40.
Lo realmente interesante es que nada hace presagiar en su estética que estamos ante un coche con esta potencia, ya que salvo por las llantas y la reducción de altura de la carrocería, su aspecto se mantiene intacto, basándose en el acabado Laurin & Klement y con el color de carrocería ‘Royal Green’. El interior se complementa con un interior en cuero color canela coñac con costuras en contraste y función masaje en el asiento del conductor.
Esta unidad no saldrá a la venta y se quedará en la flota de prensa de Skoda Reino Unido, por lo que algunos medios afortunados podrán exprimir su potencial.