Cuando una marca como Opel depende tanto de un mercado como el europeo es de esperar que, si este mercado entra en crisis, tal y como ha pasado, la compañía lo pase mal, en el caso de la marca alemana del rayo, muy mal. Aun así, como respuesta a esta crisis desde Opel han decidido invertir y desarrollar nuevos vehículos tan atractivos y simpáticos como el Adam, un modelo que podría hacer que, en cierto sentido, la compañía empiece a vislumbrar luz al final del túnel.
Como no podía ser de otra manera Opel en el Salón del Automóvil de París, está intentando demostrar como su peuqeño utilitario puede estar a la altura de los mejores y más reputados dentro del segmento gracias a cientos de detalles de muy buena calidad o un catálogo más que interesante para poder personalizar completamente tu unidad y así conseguir un vehículo único y diferente.
Pero todo en este mundo tiene sus contras, personalmente creo que Opel ha pecado en cuanto a prisas y, como ya he comentado en más de una ocasión el modelo peca de parecerse en cuanto forma por ejemplo a un Fiat 500, puedes comprobarlo en nuestra prueba realizada a este pequeño italiano aunque en nuestro caso fue a su versión Abarth (parte 1, parte 2)
Aun así, hay que dar la enhorabuena a los diseñadores de Opel ya que han conseguido dar a este pequeño utilitario un carácter y personalidad propios, algo inconfundible que hace de este modelo que ??entre por el ojo? y si con esto consiguen elevar el número de ventas y hacer que Opel no se convierta en otro caso Saab muchísimo mejor.
Vía: autoblog
