La gama del Peugeot 308 acaba de recibir una nueva incorporación en forma de motorización. Se trata del 1.6 BlueHDI diésel de 100 CV con sistema Stop&Start y que está disponible tanto en las carrocerías hatchback (compacta) como familiar (SW). Se sitúa un escalón por encima del 1.6 HDI de 92 CV y justo por debajo del 1.6 e-HDi de 115 CV.
Peugeot emplea la denominación BlueHDI en sus propulsores dotados de Stop&Start, FAP (Filtro antipartículas) además del catalizador SCR (reducción catalítica selectiva). Gracias a la combinación de todos estos elementos, se elimnan un 99,9% de las partículas, se optimizan las emisiones de CO2 así como su consumo y además también se reducen considerablemente las emisiones de Nox hasta en un 90%.
Lo más interesante de este motor es su relación de consumo-prestaciones. Homologa una media de 3,6l/100 km con unas emisiones de 94 g/km, algo que le permite ser uno de los líderes dentro de su categoría dentro del mismo abanico de potencia y cilindrada, y además, es el motor del 308 con cambio manual con el consumo más reducido.
Esta motorización sólo está disponible con los niveles de acabado Access, Active y Style, quedando descartados los Allure o la edición GT Line. Las prestaciones dejan patente un 0-100 km/h en 11,3 segundos y una velocidad máxima de 183 km/h.
Es infinitamente más equilibrado el ehdi 115cv, del que soy orgulloso poseedor (20.000 kms y ni un problema)
100cv me parecen escasos para un vehículo de este segmento, sobre todo para adelantamientos y traslados con el coche muy cargado. Además el blue hdi tiene un mantenimiento más caro debido al líquido catalizador. Recomiendo infinitamente más el ehdi 115.