Atrás quedaron los tiempos de los Peugeot 309 GTI y 306 GTI. Aunque el 308 de primera generación también contó con una variante GTI, lo cierto es que distaba mucho en comportamiento y carácter de los dos primeros. Algo similar ocurrió con el anterior 207 RC, y precisamente, Peugeot ha cambiado mucho su enfoque hacia algo más racing con el nuevo 208 GTI.
El 308 GTI forma parte también de esta nueva era en la que pretenden no aburguesar tanto sus variantes deportivas y poder de esta forma lograr un acercamiento más claro a sus rivales del segmento en términos de deportividad, prestaciones y eficacia.
Un motor ya conocido
El bloque empleado es el ya conocido en modelos como el RCZ y 208 GTI, pero con dos escaleras de potencia: 250 y 270 CV. En el caso de la primera versión, el 0-100 km/h lo realiza en 6,2 segundos, mientras que en el de 270 CV la cifra se reduce hasta los 6 segundos. Aunque no es un dato especialmente relevante en un vehículo de estas características, su consumo medio homologado es en ambos casos de 6l/100 km.
Como ya te avanzamos su peso será especialmente ajustado, de tan sólo 1.205 kg. Arrojando cifras tan interesantes de relación peso potencia como 4,82 kg/CV en el de 250 CV y 4,46 kg/CV en el caso del de 270 CV.
Cambios mecánicos para adecuarlo al aumento de potencia
Si antes te hemos hecho énfasis en que el nuevo 308 GTI poco tiene que ver con el anterior, queremos que sepas que no se trataba únicamente de un brindis al sol. Para empezar, ambas versiones cuentan con unas suspensiones específicas, en la que tanto el tarado del muelle es más duro, además del tarado del amortiguador. Los brazos de suspensión están fabricados en aluminio y la barra estabilizadora delantera está aligerada. Las cotas y caídas también son específicas en esta versión, además de ganar un mayor ancho de vías.
El sistema de frenos naturalmente también es específico, contando con pinzas de cuatro pistones de Peugeot Sport. Si optamos por la variante de 250 CV, los discos son de 330 mm en el eje delantero, mientras que en la variante de 270 CV son de 380 mm, en ambos casos ventilados. Lo que es común son los 268 mm del eje trasero.
Lo que hace realmente interesante más allá de los 20 CV adicionales es la inclusión del diferencial autoblocante delantero Torsen, que además cuenta con un control de tracción recalibrado.
Estética diferenciada
Los cambios estéticos no son especialmente radicales, pero sí que hay numerosos detalles diferenciadores. La zaga recibe dos tubos de escape de gran diámetro junto con un nuevo difusor, además de una calandra delantera específica, que además tienen su razón de ser, ya que están pesadas para poder refrigerar mejor al intercooler frontal.
Las llantas son también específicas, de 18 pulgadas en el caso del de 250 CV y 19 pulgadas tipo Reverse que además son 2 kg más ligeras que las de 18 pulgadas.
Peugeot 308 GTI 2016
