Hasta la fecha, si queríamos optar por la variante más «campera» del 508, más conocido como 508 RXH, encontrábamos una única motorización híbrida, que también está disponible en otros modelos del grupo PSA y que destaca por combinar un motor térmico diésel 2.0 HDI de 163 CV con uno eléctrico de 37 CV, con el que arroja un consumo medio de 4l/100 km y unas emisiones de 104 g/km, modelo que por cierto tuvimos ocasión de probar aquí.
Aprovechando el lavado de cara a la gama del 508 y por ende al 508 RXH, Peugeot ha aprovechado para sumar una nueva motorización convencional a dicha variante, manteniendo el completo equipamiento que caracteriza a esta variante con elementos de serie como asistente de arranque en pendiente, cámara de visión trasera, detector de obstáculos, Head Up Display, acceso y arranque sin llaves, entre otros. Se trata del 2.0 BlueHDI de 180 CV con cambio EAT6 (de convertidor de par), con un consumo medio homologado de 4,6l/100 km y unas emisiones de 119 g/km.
Eso sí, mientras que en el RXH podremos gozar de las ventajas que nos puede ofrecer en momentos puntuales la tracción 4×4 del sistema Hybryd4, en este caso, la tracción es sólo delantera, por lo que la ventaja respecto a otros 508 es, además de su aspecto, la altura sobre-elevada.
La diferencia de precio respecto al 508 RXH Hybrid4 es de 3.600 euros, una diferencia en la que tendremos que tener en cuenta varios aspectos, como el sistema de tracción anteriormente mencionado, los 0,6l/100 km menos de consumo a favor de la variante híbrida, pero por contra, la mayor ligereza del BlueHDI al prescindir del sistema eléctrico, o las prestaciones ligeramente mejores.
