En lo más profundo de tu ser, un dolor difícil de describir estará manifestándose en estos instantes tras ver la imagen de arriba. Es totalmente normal. Se trata de un exclusivo Shelby Mustang GT500 que está destrozado, pero se ha hecho premeditadamente, y además, ha sido Ford la que ha querido que así sea. ¿Cómo? Te lo contamos.
La unidad protagonista es un Shelby Mustang GT500 que fue una unidad de pre-producción empleada en el desarrollo del modelo. Y como bien sabes, estas unidades se acaban destruyendo o almacenando en alguna nave interna de la marca a fin de evitar que salgan al mercado de segunda mano.
¿Qué ha hecho Ford antes de triturarlo? Dejárselo al cuerpo de bomberos de Dearborn (Estados Unidos) para que realizasen un entrenamiento con él de excarcelación. Esta técnica se basa en cortar, forzar y abrir un coche para poder rescatar a ocupantes atrapados tras un aparatoso accidente que impida abrir las puertas correctamente, para lo cual, se usa material específico a fin de poder llevarlo a cabo, y además, necesita ser realizado por personas experimentadas y que previamente hayan recibido formación al respecto.
El resultado es el que ves en las imágenes -como curiosidad, para darle más realismo los airbags habían sido desplegados previamente-. Los propios bomberos son los que afirman que «casi se les rompe el corazón» al tener que cortarlo, aunque haya sido por una buena causa. Tras esto, los restos de carrocería así como su motor Predator V8 de 5.2 litros, 760 CV de potencia y 850 Nm pasarán a mejor vida, pero no sin antes haber logrado mejorar los conocimientos en esta área a este grupo de bomberos.