Los nuevos 718 Cayman y Boxster son el ejemplo perfecto de que en Stuttgart apuestan de manera fehaciente por la evolución, pero también por mantener un estándar de imagen y semblanza que no haga pensar que estamos ante modelos totalmente nuevos -que sí lo son- sino más bien evoluciones y mejoras con el mismo espíritu. Esto se ve perfectamente reflejado tanto en el coupé como en el descapotable, y por ende es lógico que la evolución que vayamos a ver en ambos sea similar a la vista en anteriores generaciones.
Porsche está probando durante este otoño varios prototipos de prueba del Porsche 718 Cayman GTS, que será la versión más radical y deportiva hasta la llegada de la versión GT4, ya con el ciclo de vida útil más avanzado. ¿En otras palabras? De aquí a finales de década, como mínimo, el 718 Cayman GTS será el más rápido de la gama, y para ello veremos una inclusión importante de mejoras y nuevos aspectos que no podemos pasar por alto.
Los cambios de la aerodinámica y estética serán prominentes, pero no radicales. Un nuevo kit aerodinámico con mayores entradas de aire en ambas defensas delantera y trasera, un alerón trasero retráctil automático y un gran difusor trasero dividido en dos partes para dar cabida a la salida de escape doble en el centro, formarán la principal carta de presentación. Bajo la carrocería, Porsche incluirá el mismo motor de 4 cilindros turbo hasta alcanzar una potencia neta de 380 caballos y se podrá escoger bien con transmisión manual de 6 velocidades, bien con caja de cambios automática. La subida de potencia será escasa respecto al Cayman S: «solo» 30 caballos. Sin embargo, esto confirma que no solo hay en mente un GT4, sino también un GT4 RS, como ya teníamos previsto. El 718 Cayman GT4 RS será el único de la gama que prescindirá del motor de cuatro cilindros en favor de un 6 cilindros bóxer, pero aún queda mucho para que lo veamos rodar.