La competición tampoco queda exenta en el Salón de París, por ello Porsche ha llevado un coche que no está homologado para circular por la calle, porque es lo que se suele denominar un carreras-cliente. Concretamente, se trata del 911 GT3 Cup, una variante derivada del 911 GT3 de calle pero llevada a la máxima radicalidad.
Sin tener en cuenta la decoración de la carrocería, existen otros muchos elementos que nos hacen saber a simple vista que no estamos ante un 911 GT3 cualquiera, como el alerón posterior de 1,84 metros de ancho. Pero además, cuenta con unas llantas de aleación de 18 pulgadas monotuerca con slicks delanteros Michelin de 270 mm en el eje delantero y 310 mm en el trasero, mientras que el faldón delantero y trasero también son específicos de esta versión.
Para asegurar la máxima rigidez y renunciar a todo lo prescindible en favor de una dieta sana y equilibrada, se le ha realizado una dieta a base de aluminio y acero, con lo que la báscula final se ha quedado en unos más que aceptables 1.200 kg. Su interior se ha vaciado por completo y ahora encontramos la instrumentación imprescindible tanto en la consola central como en el volante, además de un baquet con sujeción para cabeza y hombros, jaula antivuelco y una trampilla en el techo para rescates de acuerdo a la normativa FIA.
El motor, por su parte, es el 4 litros de seis cilindros de inyección directa con 485 CV, que hace uso de un accionamiento de válvulas con los balancines montados y una canalización central de aceite, logrando de esta forma una mayor fiabilidad. También, cuenta con un sistema de centrifugación de aceite para eliminar de manera más contundente la espuma presente en el mismo.
Su producción se realiza en la misma línea de montaje que el resto de la gama 911 (Stuttgart-Zuffenhausen), aunque parte de su puesta a punto corre a cargo del centro Porsche Motorsport de Weissach.
Porsche 911 GT3 Cup
