Como sabrás, los planes de Porsche a medio pasan por contar con una variante híbrida de todos y cada uno de los modelos de su gama, esto implica también un 911 híbrido. Pero, de forma paralela, el Mission E es uno de los proyectos más ambiciosos que tienen ahora sobre la mesa y que se encuentra en pleno desarrollo, por lo que toca reconfigurar paradigmas y establecer las prioridades reales de la marca.
Es por ello que según hemos podido conocer en unas declaraciones del jefe de desarrollo de Porsche (Michael Steiner) en el Salón de París, quien ha anunciado en unas declaraciones a Motoring.com.au que han optado por poner de momento el desarrollo del 911 híbrido en pausa para centrar todos sus esfuerzos en el Mission E. En cualquier caso, ya hay patentes que muestran un 911 enchufado a un cargador, por lo que ya deja buena nota de las intenciones de la compañía alemana.
Pero… ¿realmente es tan difícil hacer el 911 híbrido? Al menos, sobre la actual generación sí: la configuración de las cajas de cambio de los híbridos actuales no es compatible con la empleada en el 911. Pero además, hay otro hándicap no menos importante: tras montar todo el conjunto: poner a punto el conjunto, como la dirección, suspensión y frenos para que el peso adicional y su nuevo reparto no impliquen una merma en su comportamiento dinámico y de esta forma no hacer enfadar a sus parroquianos más conservadores.
Además, hasta el año 2020 no volverá a haber otro cambio importante en la legislación de emisiones en Europa, por tanto, pese a que el nuevo 911 lo veremos en 2018, no será hasta 2020 cuando presumiblemente veamos dicha variante, propiciada entre otros factores por la legislación.