Un coche que de fábrica no viene homologado para circular por la vía pública, quedando limitado únicamente su uso a circuitos, no implica que cantidades ingentes de dinero mediante, podamos ponerlo a circular por ella. Generalmente, no es algo que se suela hacer, pero siempre hay alguien que abrazando la genialidad, lo logra y el resultado por los contrastes que genera con el entorno urbano, son cuanto menos espectaculares.
Vayamos un poco más allá. ¿Te imaginas encontrarte por la calle a un modelo tan icónico del mundo de la competición como es el Porsche 917K, responsable de que Porsche obtuviese su primera victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1970? Un modelo que no se homologó para circular por la vía pública, pero sin embargo, el piloto amateur Claudio Roddaro se hizo en el año 2016 con la unidad con número de chasis 917-037 cuya construcción ni tan siquiera fue culminada en su día, ya que su chasis sólo se fabricó como repuesto, siendo más tarde adquirido por el carrocero Baur de Alemania a finales de los años ’70 para posteriormente ser vendido a un coleccionista estadounidense que logró completarlo en el año 2003 con un 95% de las piezas originales.
¿Cómo ha conseguido Roddaro homologar un coche así para circular por la calle? Básicamente, gracias a otro coleccionista como Count Rossi,que décadas atrás, logró matricular otro 917 con el chasis 030 en Alabama, y gracias a la legislación de Mónaco que permite matricular un coche que previamente haya sido matriculado en otra parte del mundo, basándose en las especificaciones para calle del 917-030 (como por ejemplo, la instalación de silenciadores) ha conseguido ponerlo en circulación.
Y así es como Claudio disfruta de este purasangre de competición dotado de un propulsor V12 de 4,9 litros refrigerado por aire que entrega 630 CV… para tan sólo 600 kg de peso. Prestaciones, literalmente, de infarto.