Es interesante ver que a raíz del famoso dieselgate, finalmente en el Grupo Volkswagen las pérdidas no están siendo tan sumamente desorbitadas como mayormente se pensaban. Sí, ha habido cambios profundos para adaptarse a la nueva situación y mejorar el esquema de aquí a los próximos años, pero mayormente, hablamos de proyectos aplazados o cancelados que tienen como raíz fundamental el sector deportivo o de alto lujo. Y aquí, Volkswagen no apremia demasiado…
…excepto con Porsche. Y es que la marca de Stuttgart también se ha visto notablemente afectada por el dieselgate, aunque mayormente no estén implicados. Pero modelos como el esperado superdeportivo de motor central con sello alemán han quedado en entredicho, y es necesario decir alto y claro que Porsche aún no ha paralizado el proyecto… aunque sí es cierto que está en entredicho. La pregunta es, ¿verá finalmente la luz?
Podemos confirmar que sí habrá un deportivo de altos vuelos con motor central-trasero en la casa alemana. Porsche necesita un deportivo de estas características pero no con una necesidad imperiosa, y es aquí donde se le dará mayor viabilidad y atención a modelos que captan un mayor número de ventas, para compensar las pérdidas ocasionadas hasta la fecha, y posteriormente. El deportivo de Porsche se posicionará en un escalón intermedio respecto al 911 Turbo S y el 918 Spyder, compitiendo frente a frente con, entre otros, el McLaren 688 High Sport. Curiosamente, de aplazarse finalmente este deportivo hasta entrada la próxima década, la respuesta a modelos como el británico podría llegar de la mano de un nuevo 911 GT2, que iguale en potencia y características al británico -además de a otros como el Ferrari 488 GTB-, y mantener una tradición que siempre ha funcionado… y es que, ¿cuándo el 911 Turbo S o el 911 GT2 ha escatimado en rivalidad con los principales exóticos europeos?
