La próxima generación de superdeportivos está a la vuelta de la esquina. Al menos, el Aston Martin Valkyrie, puesto que el Mercedes-AMG One se está retrasando más de lo previsto inicialmente por la firma.
En ambos casos, se trata de coches con tecnología punta y motores de competición. En referencia al AMG One, nos encontramos un motor derivado directamente de la Fórmula 1 y homologado para poder circular por la vía pública, mientras que el Aston Martin Valkyrie cuenta con un V12 con un sistema híbrido y una potencia de 1.176 CV.
Pero… ¿Porsche piensa quedarse de brazos cruzados ante estos movimientos? No parece que vaya a ser así. En una reciente entrevista con Motoring.com.au, Stefan Weckbach, director de proyectos de coches eléctricos de Porsche ha desvelado que el sucesor del Porsche 918 Spyder se desarrollará con el objetivo de desbancar tanto al AMG One como al Valkyrie.
Para lograr este objetivo, Porsche se está apoyando en Rimac, el fabricante Croata del que Porsche aumento recientemente su participación. Y esto ya nos deja una pista muy clara sobre hacia dónde va a ir este modelo de Porsche: la electrificación del mismo. Todavía no sabemos si al 100% o si en su defecto llegaría con una configuración híbrida. El propio Weckbach admite que la opción de ir a la tecnología híbrida parece la más razonable, con una configuración similar como la que ofrece por ejemplo el coche de competición 919 híbrido, con un motor V4 muy pequeño pero altamente electrificado.
Con independencia de la opción por la que se decanten al final para su propulsor, tienen bastante claro que no llegará con baterías de estado sólido, ya que Weckbach asegura que la tecnología de las mismas está todavía a 7-10 años de que sean viables para su producción en masa, y este modelo llegaría en 5-6 años al mercado.