Porsche confirma que no tienen intención de desarrollar versiones GT y GT RS en su gama de modelos SUV y crossover, pero por otra parte, abren la puerta no solo a la continuidad, sino también al aumento de este tipo de versiones en su gama «estándar» de coupés y deportivos, destacando el 718 Cayman y por supuesto, el 911.
Durante estos últimos meses hemos podido profundizar en proyectos futuros y prácticamente inminentes que la marca alemana con sede en Stuttgart tiene ya en el objetivo, la mayoría de ellos consolidados como modelos de alto rendimiento y altas prestaciones, destinados a aumentar las versiones GT y RS de Porsche, y con claras perspectivas de puro éxito. Pero, como ya hemos mencionado, Porsche aumentará esta gama de versiones cercanas a circuito en una única dirección, y no apostará por comercializar versiones de esta categoría en la gama de SUVs y crossovers.
El motivo principal por el que Porsche descarta el uso del logotipo GT o GT RS en el Cayenne y el Macan -también en el Panamera-, es principalmente que ninguno de estos tres tiene presencia alguna en competición. Porsche apuesta por utilizar estas siglas solo en modelos que sí han competido o compiten y de esta manera, presentar en el mercado versiones inspiradas en prototipos de competición, algo que no ocurre con el Macan, por ejemplo. Curiosamente, desde Stuttgart dan a entender que si alguno de sus SUVs compitiese en el Dakar -por ejemplo-, sí habría espacio para un Cayenne GT, pero es muy improbable que se de un caso de estas características.
Mirando hacia adelante, Porsche tiene tres modelos de estas características en el punto de mira, serán el 718 Cayman GT4 y GT4 RS y el todopoderoso 911 GT2, que lo llevamos esperando desde hace años y que por primera vez en la historia del 911, llegará al mercado con más de 700 caballos de potencia.