El Porsche Macan lleva en el mercado casi cinco años y a estas alturas podemos confirmar que estamos ante el modelo más exitoso e importante de la marca alemana en lo que llevamos de década, y no podemos decir en lo que llevamos de siglo no por nada, sino porque no sería políticamente correcto… aunque la realidad es la que es. Porque el Porsche Macan pulveriza las ventas de la gama, y en mercados como Estados Unidos es el líder de ventas de Porsche y prácticamente de su segmento.
Por ello, no es de extrañar que en la casa de Stuttgart quieran tener bajo estricto control el proceso y desarrollo del crossover deportivo alemán, y visto así, la renovación parcial de medio ciclo se vislumbra con razones de sobra. Porsche está probando varios prototipos del Macan, y el objetivo pasa por renovarlo ligeramente por fuera y mínimamente por dentro para que aguante en el mercado más del tiempo que lleva actualmente, sin mover un ápice su esencia y manteniendo estrictamente los motivos de éxito que lo caracterizan.
Porsche no añadirá nuevas motorizaciones pero sí mejorará las cifras marcadas por la mayoría de los propulsores -sobre todo en el 2.0 litros de 4 cilindros, que pasará de 252 a aproximadamente, 270 caballos-, al menos en lo que respecta a potencia y prestaciones sobre asfalto. Sí habrá cambios en el interior, sobre todo en el equipamiento y equipamiento multimedia. En el exterior, el frontal se mantendrá intacto salvo mejoras en las defensas, y unas ópticas traseras renovadas que se podrían asemejar a las del 911 que está por venir, con un look oldie y asemejándose a las ópticas del 911 993.
