Gracias a servicios como Netflix o Spotify, han logrado reinventar un modelo de negocio en industrias que estaban siendo víctimas de la piratería y que ahora con servicios como estos -y los cada vez mayores competidores de los mismos que hay en el mercado- han permitido reducir considerablemente la piratería y además facilitar mucho la gestión de contenido multimedia al consumidor final, al no tener que depender ya de soportes físicos donde almacenar dicho contenido.
Ahora bien… ¿te imaginas ese modelo de negocio aplicado al sector del automóvil? y todavía mejor, ¿aplicado sobre una compañía dedicada a la fabricación de deportivos? Pues tenemos buenas noticias: esto es ya una realidad, si bien y como te imaginarás, no es algo que esté al alcance de todos los bolsillos ni donde hay ‘pequeñas trampas’ como bonos familiares de Netflix que te permitan pagar considerablemente menos.
Esa marca en cuestión es Porsche, quien ha lanzado el servicio Porsche Passport que consta de dos tipos de suscripciones: la primera y más accesible que se llama ‘Launch’ nos da acceso a ocho modelos diferentes: Cayenne, 718 Boxster, 718 Cayman S y Macan S. Por encima, hay otro programa denominado ‘Accelerate’ que vale 1.000 dólares adicionales y que nos desbloquea más modelos: 911 Carrera S, Panamera 4S, Cayenne S E-Hybrid, y Macan GTS.
Este servicio nos permite bajo esa única cuota mensual que pagamos, disfrutar de uno de los mencionados modelos de Porsche sin preocuparnos de su mantenimiento, impuestos, seguros ni por supuesto, averías. Elegimos el modelo y un chófer nos hará entrega del mismo en nuestro propio domicilio.
Y aunque realmente pueda parecer una cuota desmesurada, si nos ponemos a computar todos los gastos que acarrea un deportivo así, además de financiarlo en su totalidad y la mensualidad que se nos quedaría, posiblemente no diste mucho el importe que pagaríamos corriendo nosotros con todos los gastos y además sin tener la posibilidad de cambiar de coche a nuestro antojo.
Por el momento se trata sólo de un programa piloto en Atlanta (Estados Unidos), que en caso de tener éxito, esperan poder llevarlo a más estados del país. ¿Llegaremos a verlo en Europa algún día?