Con una producción de 3.000 unidades, el MINI John Cooper Works GP es la cúspide en términos de deportividad y radicalidad dentro de la firma británica, y en este caso, dicho sea de paso también, menos exclusivo, puesto que en generaciones anteriores su producción estaba limitada a 2.000 unidades.
En el caso de nuestro país, la previsión es que únicamente lleguen 100 unidades del total de 3.000 unidades previstas. Este será el MINI más rápido y potente de la historia, gracias a un motor 2.0 turboalimentado de 4 cilindros con una potencia de 306 CV y un par motor máximo de 450 Nm, que le permiten realizar el 0-100 km/h en 5,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 265 km/h -no va limitado electrónicamente-.
Un sistema de frenos con discos delanteros de 360 mm en el eje delantero y cuatro pistones son los encargados de parar los pies al conjunto, además de contar con numerosos cambios para mejorar su puesta a punto, tanto en barras estabilizadoras, suspensiones, soportes de motor e incluso el túnel de transmisión. La rigidez de la carrocería se ha incrementado mientras que la altura del vehículo se ha reducido en 10 mm. En su interior se han prescindido de los asientos traseros para montar en su lugar una barra de refuerzo de torretas.
Estéticamente, destaca por contar con un kit de carrocería con un enorme alerón trasero, paragolpes específicos y las llantas en 18 pulgadas. Además, sus pasos de rueda están fabricados en plástico reforzado en fibra de carbono (CFRP), que como ya te contamos hace algunos días, están fabricados con excedentes de producción del BMW i3 y BMW i8.
Las primeras unidades comenzarán a llegar al mercado en Marzo de 2020 desde la factoría de Oxford (Inglaterra). El precio parte de los 45.900 euros, a los que hay que sumar 3.000 euros más si queremos el «paquete Confort».