Toda espera tiene su recompensa, y ésta la acaba de tener en forma de presentación oficial de las variantes deportivas de las Series 3 y 4 de BMW. Al desdoblar su gama en dos modelos -berlina y coupé-, los nuevos pasan a llamarse M3 la berlina, y M4 el coupé. Cogen el testigo de la cuarta generación de M3 que desaparece tras vender más de 40.000 unidades, y con la presión de que, a partir de ahora, son un referente.
El cambio más significativo viene bajo el capó, ya que los nuevos modelos montan un bloque de 6 cilindros con tecnología M TwinPower Turbo capaces de rendir una potencia de 431 CV, con un par de 550Nm -superior en un 40 por ciento al de su antecesor- que puede entregar en un margen muy amplio de revoluciones -entre 1.800 y 5.390-. En aceleración, ambos modelos aceleran de 0 a 100 en 4,1 segundos -con el cambio de doble embrague-.
Otra de las novedades es la reducción de peso. Han conseguido rebajar en 80 kilos el peso total con respecto a su antecesor -a igualdad de equipamiento-, gracias al uso de materiales como la fibra de carbono, el aluminio, y el plástico reforzado con fibra de carbono -CFRP-.
Unos depotivos válidos para el día a día
Los modelos han sido testados en el circuito de Nürburgring, donde han completado miles de vultas para su puesta a punto, y han conseguido unos vehículos aptos para las carreras, equipados con un sistema especial de refrigeración configurado para su uso en circuitos, capaz de garantizar una temperatura óptima del motor, turbo y caja de cambios.
La carrocería emana deportividad por los cuatro costados, nada mas verlos, ya sabes que estás ante algo fuera de lo común. En el morro son visibles sus enormes entradas de aire en un paragolpes con un diseño muy aerodinámico y el abultamiento en el capó que da pistas sobre lo que lleva debajo escondido. En el lateral destacan las tomas de aire en las aletas delanteras -con la moldura que indica que estamos ante un «M»- que son el inicio de una nervadura que recorre todo el lateral del coche hasta fundirse con el piloto trasero. En la zaga, cuatro imponentes salidas de escape abrazadas por un nuevo difusor nos indican, si es que quedaba alguna duda, de que estamos ante los Serie 3 y Serie 4 más potentes de la gama.
La caja de cambios manual está compuesta por dos discos de embrague recubiertos de una capa de fricción de carbono, con la peculiaridad de contar con un sistema automático de punta tacón, con el que al bajar una marcha da un toque al acelerador facilitando el cambio de marchas y contribuyendo a la estabilización del coche.
Si optamos por la automática de doble embrague y siete relaciones, nos encontraremos con la tercera generación de la caja M DKG. Dispone de sistemas como el Launch Control -para realizar rápidas salidas desde parado-, el Smokey Burnout -hace que las rudas posteriores patinen con el coche en movimiento- o el Stability Clutch Control, que regula la actuación del embrague en sobrevirajes. Tiene tres reglajes a escoger dependiendo de si se busca confort, economía o deportividad.
De serie viene equipado con llantas de 18 pulgadas con neumáticos de 255mm en el eje delantero y 275mm en el trasero, con opción de escoger una llanta de 19 pulgadas si así lo deseamos. El sistema de frenado corre a cargo de unas pinzas de cuatro pistones en ambos ejes con discos perforados. Como opción ofrece la posibilidad de montar discos carbono-cerámicos de alto rendimiento.
El motor turbo, alcanza las 7.600 RPM y, según aseguran, su entrega de potencia es lineal dentro de un amplio margen de revoluciones y se distingue por su marcada sonoridad. Es capaz de alcanzar los 250 KM/H limitados electrónicamente, pero con el Driver??s Package opcional se puede llegar hasta los 280. Homologa un consumo de 8,3 litros a los 100 -un 25 por ciento menos que el modelo anterior-.
En el diseño interior se ha buscado la deportividad, pero sin perder de vista la comodidad. Han sido colocados logotipos de la versión en los umbrales de las puertas, el reposapié, la palanca de cambios, el volante y sus levas, etcétera. Los asientos son muy envolventes y deportivos, y cuentan con el logo «M4» iluminado.
Los modelos se fabricará en las mismas plantas donde se ensamblan los Serie 3 y Serie 4 «básicos» en la actualidad. Con una linea de producción unificada, BMW busca un sistema más eficiente y una mejor respuesta ante las oscilaciones que pueda presentar la demanda de cada una de sus versiones.
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