La llegada de la segunda generación del Audi A5 ha sido abrumadora, y es que los cambios acontecidos en el modelo respecto al predecesor -que debutó a finales de la pasada década- han sido muy importantes, contundentes y notorios. Críticas de todos los gustos, pero con la certeza de que el nuevo A5 va a dar muchísimo que hablar, de la misma manera que ya lo hace el S5… y que próximamente, también ocurrirá con el Audi RS5.
Del Audi RS5 de segunda generación esperamos muchísimo, y no es para menos. El principal cambio será en el motor, ya que dirá adiós al típico ocho cilindros atmosférico de toda la vida para dar cabida a un nuevo motor mucho más generoso, con potencial y también con elasticidad. El nuevo motor será posiblemente de seis cilindros, con dos turbocompresores y por si fuese poco, uno de los dos podría ser eléctrico, tal y como ocurre en el SQ7.
El turbo eléctrico es más que una posibilidad
La utilización de un turbo eléctrico para rodar a bajas vueltas y el turbocompresor adicional para la gama media-alta de revoluciones sería más que suficiente -y sobrante- para alcanzar los 450 caballos de potencia, eliminar casi en su totalidad el lag del turbo y por si fuese poco, entregar la potencia desde muy abajo. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que le pondrá las cosas muy, muy difíciles al BMW M4 Coupé. En combinación por la pérdida de peso que ya se ha practicado en el nuevo A5 -gracias a la plataforma MLB Evo-, la mejora prestacional será muy importante.
Mirando hacia adelante, el RS5 no aparecerá hasta el próximo año, es muy complicado que lo veamos debutar antes de las próximas navidades. No obstante, sí que cabe una mera posibilidad de que lo haga en Fráncfort y como tal, que arranquen las ventas antes de 2017. Por ahora, no hay nada oficial.
