Seguramente, cuando te digamos Prodrive, te venga con gran rapidez a la mente aquellos Subaru míticos de rally realizados en colaboración con ellos. Y en esta ocasión, Prodrive vuelve a tomar el protagonismo, pero con una finalidad muy diferente a la que acostumbrábamos a verlos en el mundo de la competición.
David Richards, el propietario de la compañía adquirió hace algún tiempo el Watercar Panther, un coche anfibio de origen norteamericano. Lo que en principio acabó siendo adquirido como vehículo destinado a un uso lúdico, ha ido realizándole modificaciones paulatinamente para dejarlo a su gusto y finalmente ha llegado a la conclusión de que quiere hacer su propio coche inspirándose en el Panther.
¿Por qué se ha llegado a plantear esto existiendo ya este modelo? Tal y como asegura, la dura legislación europea en materia de emisiones y pruebas de impacto hace muy difícil que pueda homologarse para circular por la vía pública aquí, aún realizando una homologación unitaria. Por ello, ha puesto a su equipo de ingenieros a trabajar y ya se encuentran desarrollando un vehículo anfibio en el que incluso trabaja un ingeniero naval.
El objetivo es lograr desarrollar un vehículo capaz de conducir tanto por el asfalto con la suficiente altura además de poder navegar también por el agua. Eso sí, resulta muy difícil hacer algo equilibrado, que sea bueno tanto en el asfalto como en el agua, por tanto la balanza irá inclinada fundamentalmente hacia uno de los lados: si cuenta con una longitud muy reducida, lo hace un vehículo malo en el agua, mientras que si se excede con la longitud, empeora su comportamiento en carretera.
Lo que sí que parece tener claro es que el encargado de mover el conjunto será un motor diésel sobrealimentado con el suficiente para para poder mover con brío el conjunto. Y debería tener un precio una vez acabado de casi 170.000 euros por unidad.
Vía: Autocar