El BMW Z4 E89 llegó al mercado en el año 2009 como reemplazo para la generación E85, suponiendo un punto de inflexión respecto a esta. Hasta la fecha, el Z3 y Z4 gozaban de una carrocería roadster con techo de lona y coupé, y en esta ocasión se había apostado por un híbrido de ambas: un modelo de techo duro retráctil que agrupara a ambas. Pero naturalmente, a costa de lastrar el peso del conjunto.
Hace algunos días, mi compañero Daniel ya nos adelantó que su producción había finalizado, y ya se ha hecho oficial: el BMW Z4 E89 cesa su producción, tras 115.000 unidades comercializadas que han salido producidas desde la planta de Regensburg (Alemania).
La última unidad corresponde a un sDrive35is de color Valencia Orange, que cuenta con un propulsor de seis cilindros en línea y tres litros sobrealimentado con 340 CV de potencia, siendo la opción más potente de la gama ya que en esta generación no hemos llegado a ver una opción M como sí que vimos tanto en el Z4 de primera generación como en el Z3.
Algunas curiosidades de esta generación a nivel mecánico es que además de no haber contado con una opción diésel como la que sí que cuenta su rival más cercano en filosofía, el Mercedes SLK, en su lanzamiento inicial llegó con los motores sDrive23i y sDrive30i atmosféricos y más tarde aterrizaron los sDrive20i y sDrive28i sobrealimentados con cuatro cilindros que reemplazaban a los anteriores.
Su relevo generacional se hará llamar Z5 y volverá al techo de lona, ya que el techo duro retráctil y el lastre dinámico que ha supuesto por el peso no ha acabado de convencer a sus propietarios.
