El Cadillac CTS-V de nueva generación lo hemos conocido hace sólo unas semanas, debutando en el NAIAS y comenzando la vida útil durante la próxima primavera tanto en Estados Unidos, como en Europa. Una berlina de alto rendimiento que pondrá en apuros a los alemanes, y que será el paso previo al CTS-V híbrido que conoceremos en poco más de cinco o seis años.
En General Motors no apuestan por una vida útil de sus modelos tan larga, menos aún después de conocer que en Cadillac estuvieron a punto de comercializar y desarrollar el CTS-V con el uso de una tracción total que funcionase con uno o varios motores eléctricos. Una decisión que se vio forzada a aplazarse ni más ni menos que por una necesidad de mayor y mejor desarrollo. Pero lo inevitable no se puede tener, ni en el BMW M5 con la llegada del xDrive, ni con el uso de motores eléctricos en el Cadillac CTS-V para convertirlo en una berlina de alto rendimiento con tracción total integral.
Una necesidad imperiosa
Respecto al M5 ya os he comentado la importancia portentosa que tiene el uso de una tracción total para mover potencias cercanas o superiores a los 600 caballos, algo que ya se han planteado en la casa bávara y que veremos reflejada en el próximo BMW M5, que tendrá xDrive como opción. En el caso de Cadillac, General Motors apostará por una tracción total eléctrica, que deja entrever el uso de uno o varios motores eléctricos y un kit de baterías para potenciar el eje delantero. Con este camino, el motor V8 turboalimentado se encargará de mover el eje trasero y los motores eléctricos el eje delantero cuando sea necesario, o en toda ocasión.
Esta decisión ayudará a mantener una línea firme y que no sea el eje trasero el que tenga que soportar los 650 caballos -por poner un ejemplo- que podría portar el CTS-V que veremos debutar en algo más de un lustro.