Aun recuerdo de forma muy especial cuando hace unos años comenzamos en MotorAdictos a probar vehículos y dar nuestras expectativas y sensaciones sobre los mismos, más aún cierto Alfa Romeo Giulietta(parte 1, parte 2) que probamos justo al principio de nuestras pruebas, un vehículo muy bonito a la vez que llamativo, un compacto que acaba de llegar al mercado y que pasaba por nuestra redacción dejando una sensación general bastante buena.
Mucho ha llovido desde entonces y, aunque la gama Giulietta prácticamente no ha cambiado nada si que podemos confirmar que estamos ante uno de los mejores compactos del segmento. Debido a esto y sobre todo teniendo en cuenta el éxito que ha cosechado el modelo no podíamos decir no a una prueba sobre la versión más bestia de la gama, un Alfa Romeo Giulietta Quadrifoglio Verde que tiene mucho que ofrecer.
Estética
Hablar de cualquier Alfa Romero apellidado como Quadrifoglio Verde es hablar de un vehículo de altas prestaciones, muy parecido a cuando oímos GTI en otras marcas como Volkswagen, un modelo que quizás no se diferencie todo lo que debiera del resto de la gama aunque si aparcas tu Quadrifoglio cerca de algún hermano pequeño puedo asegurarte que las diferencias son mucho más notables.
Como decía, lamentablemente a nivel estético el modelo pudiera pasar totalmente desapercibido salvo por ciertos triángulos blancos con un trébol verde en el centro pegados en las aletas delanteras. Aun así si que aparecen ciertos detalles como unas ópticas delanteras cuyo interior está oscurecido o una altura del vehículo mucho menor, algo que aposta un «extra» de deportividad que no suele pasar desapercibido tanto en marcha como cuando el modelo esta totalmente parado.
Si nos movemos por el lateral es donde encontramos las diferencias más notables ya que, si bien las llantas de aleación de 18 pulgadas pueden ser instaladas como extra en cualquier modelo de la gama si que no podrán optar a lo que se puede ver tras las que monta la unidad de pruebas cedida, es decir, un equipo de frenos mucho más potente y sobre todo atractivo gracias a unas pinzas de freno pintadas de color rojo donde se puede leer el nombre de la compañía italiana. Como detalle, las pinzas de freno pintadas en rojo con logo Alfa Romeo es un extra
Finalmente llegamos a la trasera donde si que encontramos detalles bastante interesante como es el enorme difusor posterior, algo compartido con el resto de la gama, pero que se completa con una segunda salida de escape. Este detalle tan sólo lo montan las versiones más potentes tanto en gasolina como diesel y he de reconocer que da un aspecto mucho más interesante al conjunto. Lamentablemente es en la trasera donde se echa en falta algún tipo de detalle más como alguna inscripción o logo que nos haga entender que estamos ante el «tope de gama» del Alfa Romeo Giulietta
Interior
En el interior si que nos ha desilusionado en cierto modo el encontrar un habitáculo exactamente igual al que monta cualquier Giulietta, un habitáculo que tan sólo cambia respecto a la unidad que probamos hace bastante tiempo por el mero hecho de que en esta ocasión el Alfa Romero Giulietta Quadrifoglio Verde estaba mucho mejor equipado con elementos como asientos calefactados en piel o sistema de navegación multimedia con pantalla escamoteable situada en todo lo alto del salpicadero, una localización que quizás no sea la mejor por el hecho de que cuando hay mucha luminosidad en el habitáculo no se ve demasiado bien
Aun así, salvo determinados elementos se presentaba un interior de aspecto muy agradable y llamativo. Entre los elementos que deberían mejorarse en futuras ediciones, restyling o incluso para un nuevo modelo destacar por ejemplo el plástico que cubre la zona del airbag del volante donde aparecen ciertos rebordes bastante ásperos al igual que la zona superior de las puertas o el tacto del freno de mano. Todo más o menos pasable gracias a un diseño general que nos hace entender por qué un Alfa Romeo es todo lo opuesto a la sobriedad alemana a la que lamentablemente estamos acostumbrados.
Una vez nos acomodamos en los butacones tapizados en piel, encontrar una postura de conducción es bastante fácil gracias a los reglajes de los mismos o a los del volante. Es precisamente en este punto donde debemos criticar la sujeción lateral que ofrecen ya que, si bien es idónea para un vehículo de 140 caballos, por poner un ejemplo, en una bestia como esta de 235 caballos donde buscas ese puntito tanto en carreteras sinuosas como en circuito quizás se debería haber resulto mucho mejor ofreciendo otro tipo de asientos. A su vez mejoraría la sensación a primera vista.
Como decía, fuera de todos estos «problemas«, he de reconocer que algunas veces hay que hilar muy fino para buscar algo «criticable» en un modelo, el tacto de todos los materiales es muy bueno, sobre todo los que tienes a primera vista. Si nos movemos hacia las plazas traseras encontramos una zona apta para dos adultos ya que un tercero quizás iría bastante incómodo situado en la plaza central. En el maletero encontramos una zona sin ángulos y salientes raros con capacidad para nada menos que 350 litros
Enlaces: Prueba Alfa Romeo Giulietta Quadrifoglio Verde (parte 2)
Fotos: SMJ