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El Q3 más bestia afronta (ver primera parte de la prueba del RS Q3) su recta final en nuestro banco de pruebas para enfrentarse a aspectos como su equipamiento (importante, teniendo en cuenta las cifras de precio en las que se mueve), y por supuesto, su comportamiento, porque aunque su base sea un crossover, estamos hablando de un modelo RS de la marca, por tanto, son palabras mayores y muy serias. ¿Logrará situarse a la altura de las expectativas?
Equipamiento
Su dotación de serie resulta completa -en parte para justificar su elevado precio de tarifa, que duplica el precio de un Q3 convencional más básico-. Encontramos las llantas quattro GmbH de 8,5 de ahco y 19 pulgadas, faros con tecnología LED, luces diurnas LED, sensor de luz y lluvia, anclajes ISOFIX, asientos delanteros con regulación lumbar eléctrica y deportivos, tapicería en alcántara cuero, paquete de iluminación interior LED, alarma, navegador MMI con FIS de alta resolución, manos libres Bluetooth, comandos por voz asistente de arranque en pendientes, control de crucero, control de descensos, Audi Parking System Plus, ESP, entre otros… ahora bien. ¿Qué nos encontramos en la lista de opcionales que resulte más interesante -e incluso, imprescindible-?
Puestos ya a desembolsar esta cantidad, sería más que recomendable completar su dotación con el techo panorámico de cristal (nuestra unidad estaba equipada con él) y que tiene un sobrecoste de 1.535 euros, es abatible y cuenta con una cortinilla eléctrica. Aporta gran luminosidad al interior.
El acceso y arranque sin llave también es opcional, con un sobrecoste de 495 euros, imprescindible por la comodidad que nos ofrece. Por incomprensible que resulte, los retrovisores exteriores fotosensibles son opcionales, aunque el sobrecoste es bastante económico en comparación a otros elementos, teniendo únicamente que aflojar 75 euros por él.
Por su parte, si somos bastante sibaritas y exigentes con el comportamiento, un desembolso también muy recomendable es optar por el tren de rodaje deportivo RS plus con amortiguadores adaptativos que se ajustan en función del programa elegido en el centro multimedia, y su coste en este caso es de 1.245 euros.
El resto de elementos que encontramos atienden más a personalización pura y dura, véase las diferentes tonalidades de pintura, que ahí, ya queda a juicio de cada uno decidir cómo lo personalizamos.
Comportamiento
Lo primero que debemos asumir es que con el RS Q3, debido a que en él se prioriza ante todo una mejora loable en su comportamiento dinámico, se fustigan sus capacidades fuera del campo a costa de mejorar sus capacidades en el asfalto, con cosas como por ejemplo la reducción de la altura de la carrocería en 20 mm por el empleo de unos amortiguadores específicos. Además, de manera opcional, dicha amortiguación podrá ser adaptativa, tal y como comentábamos anteriormente.
Bien. Hora de ponerse a los mandos. Arrancamos y lo primero que nos embelesa nuestros oídos es el sonido característico de su cinco cilindros en línea del 2.5 TFSI, y dado que vamos a exprimir todas sus posibilidades, optamos por seleccionar en el Audi Drive Select el programa Dynamic en el que ajusta la dirección, el escape, la caja de cambios de doble embrague, y en caso de contar con la suspensión adaptativa opcional, también actúa sobre ella.
Aceleramos a fondo y la patada contra el asiento es tremendamente contundente, empezamos a enlazar curvas y sorprende la soltura con la que se mueven los 1.600 kg del conjunto. Aunque las inercias hacen su juego, los balanceos son tremendamente contenidos e inferiores a los que pudimos experimentar a los mandos del SQ5, que también es cierto que lo lastraban más kg respecto a este y no contaba con una puesta a punto tan deportiva como el modelo que nos ocupa.
Cuando llevamos algún rato enlazando curvas, comenzamos a escuchar el petardeo procedente del sistema de escape, que sin ser nada especialmente llamativo, sí que se puede palpar con facilidad. A la hora de tener que clavar frenos, el trabajo que realizan las pinzas delanteras de seis pistones es fabuloso, mostrando una eficacia soberbia y que no muestra signos de fatiga tras un rato atizándole con contudencia.
La firmeza del sistema de amortiguación hace que cuando pasemos por pistas bacheadas o asfaltos rotos, notemos como nuestros empastes en conjunto con nuestras costillas nos estén pidiendo auxilio, ya que nos lo transmite todo ello el tren de rodaje. Ahora bien, en carretera, con un modo de conducción más redomado, gracias a su más que buena insonorización del habitáculo y a una séptima velocidad que favorece mucho el confort, nos harán olvidarnos del demonio que lleva en su interior cuando lo sacamos a pasear por tramos revirados.
Conclusión
La tarifa más económica arranca en nada menos que 66.000 euros. Es decir, se sitúa en una tarifa casi idéntica a la que oferta el Mercedes GLA 45 AMG, y aún se queda algunos miles de euros por debajo del SQ5 TDI, que resulta una opción más sensata para aquellos que busquen consumos más contenidos, mayor espacio y confort en marcha.
Ahora bien, el RS Q3 es un modelo de nicho muy específico, y la prueba más clarividente la tenemos en que sólo existe un rival directo como es el Mercedes GLA. Eso sí, aún pese a que cuando realizamos una conducción tranquila su consumo es bastante contenido, no sucede lo mismo cuando exigimos su máximo potencial, donde el consumo se dispara a unos niveles estratosféricos…
Ahora bien, si entre estas dos opciones tan peculiares que encontramos en el mercado, estamos convencidos de que cuando te bajes del coche que nos ocupa esta prueba con una sonrisa de oreja a oreja, el consumo cuando estés con el pie derecho hundido sobre el piso, la preocupación sobre el gasto de carburante efectuado será algo efímero.