Esta semana toca ponerse al volante del Mitsubishi ASX, un modelo que juega en el competido mercado de los SUV compactos y que ha conseguido hacerse un hueco en nuestro mercado con una buena cifra de ventas. El ASX comparte plataforma con el dúo de PSA denominados Citroën C4 Aircross y Peugeot 4008, que ya tuvimos ocasión de probar.
Hemos podido probar la versión más potente de las variables diésel denominada 220 DI-D, que cuenta con una potencia de 150 CV y tracción a las cuatro ruedas, una cualidad que permitirá ciertas alegrías fuera del asfalto a este modelo pensado principalmente para la ciudad.
En nuestra prueba, dividida en dos entregas te acercaremos todas las impresiones de este todocamino, que ha conseguido dejarnos un gran sabor de boca tras una semana en la que hemos puesto a prueba todas y cada una de sus cualidades. En esta primera ocasión le toca el turno al diseño, el habitáculo y la mecánica.
Diseño
El diseño del ASX es 100% Mitsubishi, con unas líneas muy marcadas que le confieren un aspecto muy robusto y la apariencia de ser más grande que lo que sus medidas indican. Se trata de un vehículo de 4,29 metros de longitud, 1,77 metros de anchura y 1,62 metros de altura. La distancia entre ejes es de 2,67 metros y su peso de algo menos de 1.600 Kg.
En el frontal podemos apreciar una parrilla trapezoidal con el borde cromado que se divide a la mitad para alojar la placa de matrícula. A ambos lados encontramos las ópticas de xenón en la parte superior y el conjunto de faros antiniebla y luz diurna LED en la inferior. Desde los vértices de la parrilla nacen unas nervaduras que siguen su rumbo hacia el capó, y que terminan su recorrido en el primero de los pilares.
La vista lateral nos muestra unos marcados pasos de rueda, que alojan unas bonitas llantas cromadas que montan unos neumáticos con medida 225/55/R18. Las puertas presentan una línea ascendente, que junto con el diseño de las ventanillas que se estrecha en la zona trasera aportan dinamismo al conjunto de cortos voladizos.
Ya en la zona trasera destaca la marcada línea de cintura, desde la que parten los pilotos traseros, que cuentan con un diseño interior bastante mejorable. El portón del maletero se encuentra en una posición elevada ??lo que incomoda las labores de carga- y el conjunto se remata con una luz antiniebla dispuesta en una posición central del paragolpes y una discreta salida de escape cromada.
Habitáculo
El interior del Mitsubishi ASX es agradable, y sus materiales y ajustes dan sensación de calidad y durabilidad. Su diseño quizá sea demasiado sobrio si lo comparamos con algunos de sus rivales, pero no tanto como para no resultar atractivo ante una clientela joven.
El puesto de conducción es cómodo, con un asiento de múltiples reglajes eléctricos donde no es difícil encontrar la posición. La postura es elevada, característica típica de estas carrocerías, que consigue dar sensación de seguridad y control a muchos conductores. El volante es cómodo, cuenta con mandos para el sistema multimedia y tras él se encuentran unas levas fijas de gran tamaño que resultan muy cómodas de accionar.
El cuadro de instrumentos tiene dos grandes relojes para las revoluciones del motor y la velocidad. Entre ellos una pantalla a color que proporciona información muy útil para el conductor. El aspecto negativo lo pone el mando del ordenador de a bordo, situado detrás del volante y fuera de la vista que nos obliga a soltar las manos del volante cada vez que queremos usarlo. Otros aspectos a mejorar son los mandos de las ventanillas que carecen de iluminación, y las salidas de la climatización que no se pueden cerrar de forma individual.
En el centro del salpicadero tenemos la pantalla táctil desde la que se controlan buena parte de los sistemas del vehículo, y donde se proyectan las instrucciones de navegación y la imagen de la cámara trasera. El equipo es completo y tiene multitud de posibilidades, pero el diseño de sus menús es obsoleto y poco intuitivo. Bajo el reposabrazos central hay un hueco bastante amplio para dejar objetos, junto a la conexión de USB y una toma de 12V.
La segunda fila de asientos tiene un buen espacio tanto para las rodillas como para la cabeza de sus ocupantes incluso equipando el techo solar panorámico que resta algunos centímetros. La banqueta es cómoda para dos adultos, no así para un tercero que tendrá problemas de anchura. Estas plazas no disponen de huecos en las puertas, luces de cortesía ni salidas de aire del climatizador.
El maletero tiene una capacidad de 416 litros, en la media de sus competidores y ampliable hasta los 1.193 litros si abatimos los asientos posteriores que permiten una configuración de 60/40. Bajo la tablilla se dispone de un hueco bastante amplio para depositar objetos que no queramos que bailen en el maletero, junto a las herramientas y el kit reparador de pinchazos.
Mecánica
El Mitsubishi ASX 220 DI-D tiene bajo el capó un bloque de aluminio turboalimentado de 2,3 litros y cuatro cilindros en línea, que rinde una potencia de 150 CV a 3.500 RPM y un Par motor de 360 Nm entre las 1.500 y las 2.750 RPM. Esto le permite acelerar de 0 a 100 en 10,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 190 Km/h, todo ello con un consumo medio homologado de 5,8 litros por cada 100 km.
La potencia se transmite a las cuatro ruedas a través de un cambio automático de seis velocidades de convertidor de par. El funcionamiento de la caja de cambios es muy satisfactorio, donde destaca su gran suavidad y la buena respuesta de las levas cuando seleccionamos su modo secuencial.
La dirección es de asistencia eléctrica, los cuatro frenos de disco -294 y 302 mm- y la suspensión independiente en ambos ejes. En la segunda parte de la prueba podremos comprobar cómo se comportan todos estos elementos mecánicos cuando los enfrentamos a toda clase de terrenos. No faltará nuestra completa galería fotográfica y el repaso a su catálogo de equipamientos y precios para nuestro país.
Enlace: segunda parte de la prueba (equipamiento, comportamiento, conclusión)
