El segmento de los utilitarios ocupa un lugar muy relevante en la cuota de mercado europea, donde prácticamente todas las marcas están presentes con modelos que luchan por conseguir el mayor número de ventas.
La evolución que han sufrido en los últimos años deja atrás la imagen de coches baratos y de baja calidad, aplicando una receta que les está funcionando de maravilla, que consiste en habitáculos espaciosos, calidad de materiales y posibilidades de personalización.
El Toyota Yaris, nacido en 1999, ya va por su tercera generación, adaptándose perfectamente a nuestros días para ofrecer un modelo atractivo y práctico. Como tope de gama en la actualidad, nos encontramos con el acabado SoHo, que toma su nombre del conocido barrio neoyorquino, y ofrece una alternativa muy bien equipada y que rebosa estilo, ideal para atraer al público más joven.
Las características principales de esta versión son las mejoras estéticas tanto interiores como exteriores y un paquete cerrado de equipamiento muy completo, ideal para los más exigentes.
Diseño
El diseño es uno de los puntos clave del Yaris SoHo, que consigue distanciarse del resto de la gama gracias a las ópticas exclusivas, las inserciones cromadas repartidas por la carrocería, las llantas de 16 pulgadas y un alerón trasero que integra la tercera luz de freno.
Sus dimensiones son: 3,88 metros de largo, 1,69 metros de ancho y 1,51 metros de alto, que lo convierten en un vehículo ideal para la ciudad, pero con un habitáculo muy logrado.
De frente es atractivo, con un paragolpes alto que sube hasta incorporar la calandra y el logo de la marca, las ópticas tienen un diseño actual y la parte superior de estos es cubierta por una máscara blanca a juego con la carrocería. Se echa en falta la incorporación de luces diurnas LED.
Tanto el capó como el paragolpes tienen una característica forma de V que dan al frontal un toque afilado. Las luces antiniebla, situadas en las esquinas inferiores tienen un aro cromado en esta versión.
La vista lateral nos muestra un modelo proporcionado, con la luna delantera bastante inclinada, prácticamente solidaria con la línea ascendiente del capó. Las llantas de 16 pulgadas –195/50/16– son de diseño exclusivo de esta versión, y contrastan muy bien con el color blanco Classic de la carrocería ??único disponible para el SoHo-.
El pilar C cuenta con un revestimiento de vinilo negro, que en conjunción con el alerón trasero y la línea cromada bajo las puertas, aportan dinamismo y distinción al diseño lateral.
La zaga nos recibe con unas ópticas de diseño LED, similares a las montadas en la variante híbrida, pero con fondo blanco, que por la noche se convierten en seña de identidad del modelo. El SoHo incorpora una moldura cromada sobre la matrícula y el alerón del que ya hemos hablado.
Habitáculo
Pese a la apariencia que pueda tener si observamos sus dimensiones exteriores, el Yaris cuenta con uno de los mejores habitáculos del segmento; es espacioso, cómodo y de diseño moderno.
El puesto de conducción es correcto y con buena visibilidad, los asientos son confortables aunque con escasa sujeción lateral. El volante de tres radios tiene un tacto agradable, con un acabado en blanco brillante en su parte interior que incorpora dos botoneras con las que se maneja el equipo de sonido, el control de crucero y el teléfono. Me hubiera gustado que esos botones estuvieran iluminados para mejorar el manejo nocturno. Misma pega le pongo a la botonera de la puerta del conductor.
El salpicadero es de plástico duro negro, salvo una franja horizontal de color blanco, de un tacto y diseño más agradable. Esa franja se extiende hacia la parte superior del guarnecido de las puertas delanteras y combina con el volante y el cambio de marchas.
El sistema multimedia Touch&Go -600 ?- se maneja desde una pantalla táctil integrada en el salpicadero; incluye radio CD, navegador, bluetooth, cámara de visión trasera y manejo de USB y toma auxiliar alojados en la guantera.
La misma pantalla nos muestra información del vehículo como el historial de consumos o la autonomía. También ofrece la posibilidad de usar la conexión a Internet de nuestro móvil para realizar búsquedas locales en Google, aplicaciones y precios del combustible.
El manejo de la pantalla es muy bueno e intuitivo, los menús son claros y las instrucciones de navegación precisas. Como pega tiene que de día son habituales los reflejos, que hacen que la pantalla sea ilegible.
La tapicería es de tela, combinando el negro y el blanco en los laterales, con una zona media tanto del asiento como del respaldo que presenta un entrelazado de varios colores cuyo diseño, al igual que el de la palanca del cambio automático, no me ha convencido.
Las plazas traseras son correctas para dos adultos ??homologa 3 plazas traseras-, con una altura y un espacio para las piernas más que aceptable en un coche de esta categoría. Una ventaja añadida es que el diseño prescinde del túnel central, aumentando el espacio para los pies.
El maletero cuenta con 286 litros, bastante aprovechables gracias a una boca de carga bastante amplia y a un doble fondo que se puede anular reubicando la tapa que divide ambas partes. Bajo esa zona se encuentran el kit reparador de pinchazos y las herramientas, situados en un hueco donde cabría una rueda de tipo galleta.
Mecánica
El acabado SoHo sólo se puede asociar a dos motorizaciones, la diésel 90D de 90 CV y cambio manual o la gasolina de 100 CV asociada al cambio automático MultiDrive. ?sta última es la que equipa nuestra unidad de pruebas.
El motor gasolina VVT-i de cuatro cilindros en línea y 1364 cc rinde una potencia de 99 CV y un par máximo de 125 Nm a 4000 RPM, que le permiten acelerar de 0 a 100 en 12,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 175 KM/H. Homologa un consumo mixto de 5 litros a los 100 y el depósito de combustible tiene capacidad para 42 litros.
La transmisión es automática de variador continuo –CVT-, de la que se obtiene un resultado excelente en ciudad por su funcionamiento y suavidad. Permite la opción de seleccionar un modo secuencial en el que se podrá cambiar ??desde la palanca o las levas instaladas tras el volante- entre siete relaciones prefijadas.
Esta combinación permite mover con soltura al vehículo que pesa poco más de una tonelada, aunque con alguna que otra limitación cuando lo sacamos de su hábitat natural, la ciudad. Lo veremos en profundidad en la segunda parte de la prueba cuando analicemos su comportamiento.
La sonoridad de la mecánica se mantiene baja por debajo de las 3000 vueltas, inundando el habitáculo cuando circulamos a un régimen superior. Los frenos son de disco en ambos ejes.
En la segunda entrega de la prueba profundizaremos en aspectos como el equipamiento, el precio y el comportamiento de este modelo tanto en ciudad como en carretera, intentando desglosar las virtudes y defectos de este divertido utilitario.
Enlace: Segunda parte de la prueba (equipamiento, comportamiento, conclusión)
Fotos: |Catt|