Tras el acto inaugural al que acudió el rey Mohamed VI de Marruecos, PSA ha dado por oficializada la apertura de su nueva planta productiva en Marruecos, ubicada en Kenitra a 45 kilómetros al sur de Rabat y que espera poder alcanzar los 200.000 vehículos a partir de mediados del 2020.
Este proyecto de factoría arrancó el 19 de Junio de 2015 y el objetivo es que sea una de las principales armas dentro de la expansión del grupo automovilístico conformado por Opel, DS, Citroën y Peugeot dentro de África. Se suma además a otras infraestructuras con las que cuentan en Marruecos, como un centro de I+D en Casablanca y un centro de decisión.
En esa factoría se producirán modelos basados en la plataforma CMP, arrancando en primera instancia con el Peugeot 208, del que se exportará a ochenta países de África y Oriente Medio, permitiendo la creación de 2.300 empleos en esta planta de los cuales el 85% son ingenieros y que suman otros 19.000 empleos más en el ecosistema generado en la industria auxiliar con 62 plantas orbitando en torno a ella y que suministrarán desde asientos hasta llantas.
Sin embargo, el grueso de versiones del nuevo 208 se continuarán produciendo en Eslovaquia, aunque no deja de ser algo que preocupa y mucho a la industria del automóvil europea (y más en concreto, a España, como segundo productor de la UE), ya que si este tipo de movimientos comienzan a tener éxito entre los fabricantes animados por los bajos costes laborales, podría implicar el cierre de fábricas o una importante reducción en la producción de muchos países, con la consiguiente pérdida de empleos.
Por otra parte, la planta gala más importante que hay en Marruecos corresponde a Renault, con la megaplanta de Tánger desde 2012 que produce el 10% de vehículos que vende en todo el mundo (74 países), con la que esperan alcanzar una capacidad productiva de 500.000 vehículos en 2020.