Esto que ves en pantalla llevaba un 3 litros V6, con 207 CV. Aunque sus prestaciones no eran especialmente brillantes.
Si no estás muy familiarizado con términos automovilísticos, es posible que el término «sleeper» lo hayas leído alguna vez en algún foro o medio de información, pero no sepas exactamente a lo que hacía referencia. No te preocupes, hoy te vamos a explicar lo que es con una serie de ejemplos ilustrativos.
El término sleeper se usa, básicamente, para denominar a aquellos coches que cuentan con unas prestaciones que quitan el hipo o motores gordos, pero que por su aspecto discreto, a cualquier persona que no tenga un ojo entrenado para identificar modelos y variantes, le puede pasar inadvertido y darle un susto: en resumidas cuentas, lobos con piel de cordero. Además, en una época en la que es muy habitual ver motores de 100 CV en muchos modelos pero con un kit deportivo, estos modelos de tipo «sleeper» aún tienen más encanto si cabe.
Y no necesariamente un modelo ha de ser sleeper de fábrica. Por ejemplo, existen algunos que usan algunos trucos e ingenio para intentar engañar a ‘ojos no entrenados’. Véase, poniendo emblemas de motorizaciones de acceso a la gama, hasta incluso, quitar los kits de carrocería deportivos que puedan traer su coche de fábrica por tratarse de la versión deportiva, y poner los de una variante más convencional, para así pasar desapercibido.
¿Te resultan atractivos estos modelos? ¿eres de los que te gusta pasar desapercibido y dar sustos inesperados? ¿o por el contrario si llevas un coche deportivo prefieres que haga honor a su motorización?
A continuación, te voy a ilustrar con algunos ejemplos:
Lancia Thema 8.32 by Ferrari
Propulsor V8 de origen Ferrari (concretamente, el del Ferrari 308 qv). 215 CV, 1.400 kg y un 0-100 Km/h en 6,8 segundos con una velocidad máxima de 237 Km/h.
BMW M5 E28
Fabricado a mano, el M5 e28 contaba con una potencia de 286 CV a través de un seis cilindros de 3.5 litros. Uno de los modelos que dio comienzo a la leyenda M, si bien, a día de hoy es quizá de los grandes olvidados de esta saga. La variante europea, realizaba el 0-100 Km/h en 6,5 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 246 km/h.
Mercedes S600 V12
Elegancia, estilo, porte, refinamiento, ingeniería, tecnología, confort? ¿no esperas grandes caballerías con esos criterios, a que no? Pues el S600 es una de esas excepciones. Conjuga todo eso, pero además, bajo su capó se esconden 12 cilindros en V, con 400 CV y realizando el 0-100 km/h en menos de 6 segundos.
Mazda3 MPS
Uno de los rivales más potentes dentro de su segmento, dotado con un propulsor 2.3 DISI de 260 CV. Su estética tan discreta y poco diferenciada del resto de versiones convencionales, no hacían presagiar a muchos la caballería que se escondía bajo el capó del mismo. La siguiente generación sí que contaba con algunos aspectos que le daban un aspecto más de lobo que de cordero, como la entrada de aire en el capó.
Peugeot 405 T16
El escalón más alto del 405. 2 litros, 4 cilindros, 200 CV, tracción 4×4? 1340 kg. ¿La única diferencia estética notable respecto a variantes convencionales? El anagrama trasero. Toda una máquina de generar sustos.
Toyota Chaser Tourer V
Modelo que únicamente se comercializó en Japón. Bajo ese atuendo de amplia berlina, se esconderían combinaciones como el propulsor 1JZ-GTE y la caja R154, tracción posterior (aunque también había una variante 4×4), entre otros. 280 CV, pero muy fiables y potenciables. De hecho, el chaser en las generaciones que equipó el 1JZ-GTE, es un vehículo muy popular en el mundo drifting por las posibilidades que ofrece.
Volvo S60R
¡Sí! esto que ves en pantalla cuenta con 300 CV ¿quién que no esté muy metido en el mundillo se lo puede imaginar? 2.5 litros de cilindrada, cinco cilindros y un turbo eran los encargados de hacer que entregara esa potencia, transmitidos al suelo a través de un sistema AWD mediante un embrague Haldex. 0-100 km/h en 5,7 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h.