Con la llegada del nuevo BMW Serie 1, la certeza de que el futuro Serie 2 será una realidad queda más patente que nunca, puesto que después de todo, el cambio de nomenclatura y estructura de modelos que los bávaros están ejerciendo en su gama, será plena y total.
Al igual que ocurrirá con el Serie 3 y Serie 4, el más pequeño de la casa verá cómo su variante coupé recibe un nombre diferente, apartándolo de cara al público y enfocándolo como un coupé nuevo y sin ataduras con el hatchback. Esto a su vez abre la puerta a varias posibilidades con las variantes deportivas, ya que M Performance contará con un mayor abanico de personalización tanto en el Serie 1 M, como en el Serie 2 M.
Contando con varias teorías y posibilidades, yo te expongo la siguiente. Situémonos en que BMW quiere exprimir ambas variantes, quiere sacar lo mejor de ambas y por supuesto, sumar ventas en conjunto y no ser competencia entre ambos. Visto así, el Serie 2 podría optar a una mecánica diferente y por supuesto, una gama de potencia que no se quedaría estancada en los 340 caballos, que será donde se fije el techo del Serie 1 M. No suena mal, ¿no? Configuración de tres o cinco puertas para uno, y dos puertas para otro. Mercados diferentes, y un único objetivo.