Actualmente nos encontramos en una transición hacia la electrificación, pero sin embargo, existe una forma de transformar nuestros vehículos en una opción mucho más económica y que puede ser interesante en algunos casos de uso. Se trata del GLP (gas licuado de petróleo), un combustible alternativo que yace de la mezcla de propano y butano, y que nos permite conseguir un ahorro en el gasto económico de carburante y reducir las emisiones.
En Europa hay más de 27.000 puntos de repostaje y en España, actualmente hay más de 700, por lo que salvo que vivamos en algunas zonas del interior del país, vamos a poder repostar sin muchos problemas. Y su repostaje únicamente lleva unos minutos.
Entre algunas de las ventajas con las que cuenta, podemos destacar el precio de cada repostaje, ya que puede suponer hasta un 40-45% de ahorro respecto a la gasolina gracias a que sus impuestos están congelados hasta 2023. También suponen una reducción importante de las emisiones de óxido de nitrógeno (casi un 70%) y dióxido de carbono (hasta un 15%). Finalmente, no reemplaza los depósitos de gasolina, por lo que podremos usar tanto el depósito de GLP como el de gasolina, suponiendo un incremento en la autonomía total del vehículo.
Sin embargo, también tiene algunos inconvenientes, ya que aunque su precio sea menor, el consumo se incrementa ligeramente, además de perder algo de potencia el motor cuando lo usamos. Algunos motores no se pueden adaptar para su uso y la instalación de depósitos de GLP supone restar espacio útil en el vehículo así como aumentar el peso del conjunto.
En esta web podrás encontrar más información sobre el proceso de conversión.