Pese al revuelo generado por Madrid Central, lo cierto es que en las grandes ciudades el problema de la contaminación es cada vez algo que está más en el foco de los ayuntamientos, y en parte también atiende a que la propia UE está comenzando a exigir medidas más drásticas contra la contaminación en las mismas.
Ya te hablamos acerca de la existencia de radares que miden el sonido que emiten nuestros coches -todavía no en España-, pero sí que son una realidad (al menos, en Madrid) los radares anticontaminación. Estos radares que por el momento no sancionan permiten evaluar los gases que cada uno de los automóviles que lo pasan expulsa al medio ambiente, llegando a diferenciar incluso entre partículas en suspensión (PM), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas de hollín o carbonilla (HO), monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono (CO2).
Por el momento únicamente sirven como complemento a las estaciones de medición repartidas en diferentes puntos de las grandes ciudades y por tanto, no sancionan. Gracias a estos aparatos diseñados por Opus RSE, se pueden medir las emisiones de hasta 1000 vehículos en una hora gracias a su sistema de teledetección con el nombre de Remote Sensing Device (RSD+), encargado de analizar la concentración de gases a través de luces infrarrojas y ultravioletas de baja intensidad, pudiendo evaluar los gases que permanecen junto a los escapes.
Barcelona espera poder también implementar este sistema de radares de emisiones contaminantes a partir del año que viene con la activación de Zona de Bajas Emisiones. Pero aunque de momento no habrá multas para los coches, gracias a estos aparatos se han servido para que la Guardia Civil destape a una empresa que había manipulado su flota entera de camiones y que excedía x20 sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Esto, trasladado a los coches supondría que aquellos que supongan situaciones de contaminación muy graves podrían recibir avisos y posteriormente sanciones para poner fin a dicha anomalía.
Vía: Lasexta