Junto con el Mégane RS, Renault presenta también el Clio III Phase II RS. Presenta cambios estéticos (bastante polémicos, que pasaremos a detallar después), cambios en la mecánica, nuevos colores en la gama, mayor equipamiento, etc.
Estéticamente, presenta unos nuevos paragolpes. En el caso del paragolpes delantero, destaca la nueva lámina de color negro, una entrada de aire más grande, difusor trasero nuevo que da cobijo a las salidas de escape, entre otros. Gracias a algunos de estos cambios, su resistencia aerodinámica se reduce de 0,77 a 0,75, aunque sigue estando aún lejos de mejorar las cifras de los rivales de su segmento en el aspecto aerodinámico. Las llantas son de 17 pulgadas montadas sobre unos neumáticos 215/45. Los asientos Recaro son opcionales. Uno de los nuevos colores exteriores es un verde que al menos en fotos no le favorece mucho, aunque habrá que esperarse a verlo físicamente.
En su interior, hay disponibles tres ambientes diferentes: gris plateado, amarillo o carbono oscuro, que personalizan el color de los cinturones, moldura del salpicadero y la tapicería. Tampoco faltan los pedales deportivos y volante en cuero perforado, así como cuentarevoluciones con avisador acústico de cambio.
Respecto al motor, sigue siendo el mismo 2.0 atmosférico de 16v (F4R RS) pero ahora con 203 CV (+3 CV) a 7.100 RPM asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades. Se han aumentado sus prestaciones y reducido su consumo. Concretamente, ahora realiza el 0-100 Km/h en 6,9 segundos, alcanza una velocidad máxima de 225 Km/h (+10 km/h) y homologa un consumo de 8,2l/100 km (-0,7l) con unas emisiones de 185 g/km de CO2.
Con el fin de mejorar su adherencia y ya de por sí excelente paso por curva, Renault ha realizado cambios estructurales. Su batalla es ahora más larga -10 mm más- y las vías también (48 mm las delanteras y 55 mm las traseras) gracias a la introducción del tren delantero de pivote independiente que consigue reducir el peso y una mayor motricidad del vehículo.
Vía: Renault
