La versión más radical del Renault Mégane, el Renault Mégane R.S. Trophy-R ya es oficial. Este coche que bien podríamos considerarlo como el Porsche 911 GT3 de los compactos llega con un importante logro bajo el brazo: haber logrado el título de tracción delantera más rápido sobre Nürburgring. Y esto no es en absoluto nada fácil de conseguir, Renault Sport se ha tenido que emplear a fondo en él haciendo múltiples cambios respecto al RS convencional para lograr un tiempazo de 7′ 40″ 100, es decir, 14 segundos menos que el Trophy R de anterior generación y tres segundos más rápido que el Honda Civic Type R.
Para empezar su propulsor gana 20 CV respecto al RS, alcanzando los 300 CV sobre el bloque 1.8 TCe con caja manual de seis velocidades (no se podrá montar la caja de doble embrague). Sin embargo, su conjunto ha sido sometido a una estricta dieta de 130 kg gracias a cristales más delgados en las puertas traseras, capó de fibra de vidrio y carbono, difusor trasero de carbono, supresión de asientos traseros y unos delanteros más ligeros, un escape deportivo Akrapovic en titanio así como la supresión del limpialunetas trasero. Renault anuncia un 0-100 km/h en 5,4 segundos con una velocidad máxima de 262 km/h para este modelo.
Además, también encontramos una nueva batería más compacto (y de manera opcional todavía podemos a optar una más ligera), un nuevo eje trasero 38 kg más ligero (ya que prescinde del sistema de dirección activa trasero), además de una pantalla central de 7″ en lugar de 8,7″ en su salpicadero para ahorrar 250 gramos (si bien, mantiene su cámara trasera todavía para facilitarnos las maniobras de aparcamiento).
Junto con estos cambios, se han introducido también unos nuevos amortiguadores ?hlins ajustables y muelles más ligeros, frenos carbocerámicos de Brembo (en opción), bajos carenados, y llantas de carbono en opción con neumáticos Bridgestone Potenza S007 específicos para este vehículo.
Las 500 unidades se producirán en la factoría de Palencia y los precios para el mercado francés arrancarán en los 55.000 euros. Es un precio alto, sí, pero
