Algunos fabricantes europeos no están pasando una buena racha debido al estancamiento del sector del automóvil en Europa, donde tenían su principal target de clientes. Ahora, Renault es la compañía que ha anunciado próximos recortes en su plantilla, estructurados de forma que no haga falta cerrar ninguna factoría.
Carlos Ghosn, CEO de Renault-Nissan ya anunció recientemente que la previsión de ventas para el año 2013 en el mercado es que retroceda un 3% debido a la crisis de deuda de la zona euro y múltiples ajustes realizados por los gobiernos, que se suma a caídas de ejercicios anteriores, por lo que el panorama no es nada esperanzador. Es por ello que la compañía ha hecho una propuesta a los sindicatos en el que propone 7.500 despidos, de los cuales se incluyen 5.700 jubilaciones naturales entre 2013 y 2016 que no serían sustituidas.
Esta maniobra permitiría un ahorro de gastos fijos de unos 396 millones de euros, cuyo beneficio podría ser destinado al I+D dentro de la marca, así como la expansión de algunas actividades. La idea de Renault es seguir concentrando su actividad principal en Francia.
Así mismo, Renault, en un documento remitido a los sindicatos afirma que también quiere reducir la diferencia existente entre lo que cuesta un empleado de las factorías francesas (unos 50.000 euros anuales), respecto a los 35.000 euros que cuestan en las fábricas de Renault en España y los 11.000 euros anuales que cuesta en la fábrica rumana de Pesti.
Vía: lavoz